P. José Reyneri

Inspector de los Salesianos del Perú y Bolivia

Primera gestión: 1908-1919
Segunda gestión: 1929-1934

El padre José Reneri fue el segundo superior provincial de la Inspectoría Salesiana Santa Rosa de Lima y el primero en tener más de una gestión (el siguiente sería el padre Santo Dal Ben, décimo séptimo inspector, ambos con dos periodos no consecutivos). También es el que más tiempo ha ejercido el cargo en toda nuestra historia institucional: diecisiete años. Su primer periodo en nuestro país se enmarcó en los gobiernos de Don Miguel Rúa (I Sucesor de Don Bosco, 1888-1910) y de Don Pablo Albera (II Sucesor de Don Bosco, 1910-1921) y el segundo en los de Don Felipe Rinaldi (III Sucesor de Don Bosco, 1922-1931) y Don Pedro Ricaldone (IV Sucesor de Don Bosco, 1932-1951) como Rectores Mayores de los Salesianos.

Sus inicios

El padre Reyneri nació en Turín el 21 de agosto de 1873. Sus padres fueron Antonio y Catterina Reyneri. Ingresó al Oratorio Salesiano de Turín el 4 de agosto de 1886, donde conoció a Don Bosco, quien acababa de regresar de su histórico viaje a Barcelona. El fundador fallecería un año y medio después en Turín, a fines de enero de 1888, cuando Reyneri contaba con catorce años de edad. Antes de morir, según registra el obituario de Don Reyneri publicado por el Bollettino Salesiano de agosto de 1956, Don Bosco le dijo: “Llegarás muy lejos, más lejos que todos tus compañeros”.

A los diecisiete años, ingresó al noviciado salesiano en Foglizzo, al norte de Turín, el 19 de setiembre de 1890. Allí mismo tuvo lugar su vestición el 20 de octubre de ese año, recibiéndola de manos del Rector Mayor, el beato Miguel Rúa. Su profesión perpetua la hizo en Turín el 6 de octubre de 1892.

Misionero en Ecuador, Perú y Bolivia

Fue enviado como misionero a Ecuador en 1892, en cuya capital, Quito, recibió todas las sagradas órdenes previas al sacerdocio: la tonsura y órdenes menores el 23 de diciembre de 1894; el subdiaconado el 2 de febrero de 1896; y el diaconado el 28 de febrero de ese año.

En 1896 que se produjo la dramática expulsión de los Salesianos del Ecuador. Reyneri llega como diácono a Lima en octubre de ese año junto a su inspector, el padre Luis Calcagno, y sus hermanos desterrados. Mientras algunos de ellos fueron destinados a otros frentes, Reyneri permaneció en la capital del Perú. Aquí fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1898 por monseñor Manuel Antonio Bandini, Arzobispo de Lima.

Laboró en Breña hasta 1899, participando en la construcción del desaparecido primer local de aquella obra que, con el tiempo, se convertiría en el principal complejo de los Salesianos en el Perú. Según el padre Cirilo Calderón, Reyneri fue “el ‘ingeniero’ constructor de la vieja casa de Breña con la ayuda de los alumnos mayores de Abajo el Puente que voluntariamente iban con él a trabajar en la edificación de dicha casa”.

En 1899 recibió el encargo de ser el nuevo director de la casa de La Paz (Bolivia), cargo que ejerció hasta 1907. A mediados de ese año partió a Italia como delegado al Capítulo General, junto al padre inspector Ciriaco Santinelli. Retornó al Perú el 22 de enero de 1908 investido como nuevo Inspector del Perú y Bolivia.

Primera gestión como Inspector: 1908 a 1919

Durante su prolongada primera gestión (doce años) no se produjeron fundaciones de nuevas casas. Pero sí se registran algunos sucesos significativos: la entrega a los Salesianos de su primer frente parroquial, la Viceparroquia de María Auxiladora (1909, Parroquia desde 1929); la celebración del centenario del nacimiento de Don Bosco y de la institución de la Fiesta de María Auxiliadora (1915); la conmemoración de las Bodas de Plata de la presencia salesiana en el Perú (1916); el inicio de la construcción de la Basílica de María Auxiliadora de Breña (1916) así como la inauguración su Cripta (1917); y la primera piedra del nuevo edificio de la Casa de Breña y Colegio Salesiano de Lima (1918), actual sede de la Casa Inspectorial, en reemplazo del primer local de adobe construido por él mismo a fines del siglo XIX.

Esta primera gestión del padre Reyneri (1908-1919) junto a la del padre José Coggiola (1938-1949) fueron las más largas en la historia de la Inspectoría Santa Rosa de Lima. Ambas tuvieron un factor común en el contexto mundial que puede ayudar a explicar la llamativa duración de sendas gestiones: la de Reyneri coincidió con la Primera Guerra Mundial (1914-1919) y la de Coggiola con la Segunda (1939-1945).

Tras ello fue enviado como Inspector a Centroamérica, cargo que ejerció durante nueve años. Mientras tanto, en aquellos años ejercieron el gobierno de esta Inspectoría de Santa Rosa de Lima los salesianos Luis Héctor Sallaberry (1920-1923), José Calasanz (1923- 1924) y Luis Pedemonte (1925-1929).

En 1929 viajó a la beatificación de Don Bosco y participó del Capítulo General XIII. Allí fue informado de su nueva obediencia como Inspector del Perú y Bolivia.

Segunda gestión como Inspector: 1929 a 1934

El padre Reyneri tomó posesión de la Inspectoría Salesiana Santa Rosa de Lima, por segunda vez, el 31 de diciembre de 1929. De esta segunda gestión se puede destacar la consolidación de Magdalena del Mar como casa de formación por excelencia de la inspectoría, al trasladarse allí en 1932 el noviciado que hasta entonces funcionaba en Arequipa. También su destacado aporte a la infraestructura de la Inspectoría. En enero de 1933 trajo a Lima al padre Florencio Martínez, arquitecto salesiano, discípulo del padre Ernesto Vespignani (el recordado autor del diseño de la Basílica de María Auxiliadora), para elaborar catorce proyectos de distintas casas salesianas del Perú, muchas de las cuales se construyeron en los años siguientes. Entre ellos destacan el colegio e iglesia de Piura, el colegio de Huancayo, la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Magdalena del Mar, el colegio y templo el Callao, sacristía y casa parroquial de Breña, y la sistematización de la casa de Breña, actual sede de la casa inspectorial, que estaba en cascarón desde su primera gestión. También son dignos de rememoración los progresos en la ornamentación de la Basílica de María Auxiliadora: se incorporaron el primer altar a Don Bosco (1931), ubicado en la actual capilla de San Martín de Porres; la desaparecida pila bautismal y la ornamentación de las capillas laterales (1932), la colocación de los vitrales austriacos (1933) y el púlpito (1933), y el Órgano Tamburini (1934).

Representante extraordinario del Rector Mayor en América del Sur

En 1934 el padre Reyneri recibió su nueva obediencia como Inspector de la Inspectoría San Francisco de Sales de Argentina. En ese cargo lo sorprendió el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. Al quedar cortada la normal comunicación entre la sede central de la Congregación en Turín y las casas salesianas del resto del mundo, el Rector Mayor Don Pedro Ricaldone lo nombró su representante en Sudamérica, cargo que ejerció durante los cuatro años mas difíciles de la guerra. Con esa misión, visitó el Perú en setiembre de 1941 para la celebración de las Bodas de Oro de la presencia salesiana en el Perú.

Ejerció como Inspector hasta 1949. Desde entonces se dedicó a la organización de la Casa del Bollettino, un gran proyecto editorial salesiano en Buenos Aires. Tras caer enfermo en 1953, falleció en Buenos Aires el 6 de junio de 1956 a los 82 años de edad.

David Franco Córdova
Historiador de la Congregación Salesiana del Perú

Fuentes: Libro de registro de salesianos de la Inspectoría Salesiana Santa Rosa de Lima. Tomo I: 1891-1940. Fol. 31. Archivo Histórico Salesiano del Perú – Sección Inspectoría.
Obituario del P. Reyneri. “Bollettino Salesiano”. Año LXXX. N° 15. 1° de agosto de 1956. Página 311. Archivo Histórico Salesiano del Perú – Sección Hemeroteca.
Cirilo Calderón. “Obra Salesiana en el Perú: 1891-1936”. Páginas 161, 238-239, 424-425, 481-484. Texto mecanografiado. Archivo Histórico Salesiano del Perú – Sección Inspectoría.