Se escribe una página de oro en la historia de la Basílica de María Auxiliadora de Lima. Este reconocimiento oficial se produce en el año del bicentenario de la independencia, de los 130 años de presencia salesiana en el Perú y en pleno año jubilar por el centenario de su inauguración.
El domingo 2 de mayo de 2021 el diario oficial El Peruano publicó el decreto N° 000098-2021-VMPCIC/MC por el cual se declara a la Basílica de María Auxiliadora como monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación. Esto constituye el principal reconocimiento oficial, de parte del Estado Peruano, al aporte de los Salesianos a la cultura, el arte, la arquitectura y la fe del pueblo del Perú.
En los estudios e informes que sustentan esta declaratoria, se destacan:
Su valor histórico
La Basílica de María Auxiliadora fue inaugurada el 30 de julio de 1921 como “Homenaje nacional por el centenario de la independencia del Perú”. Dicho título fue suscrito en 1916 por monseñor Ángel Jacinto Scapardini, Delegado Apostólico del Papa en nuestro país; y refrendado por monseñor Pedro Manuel García Naranjo, entonces Arzobispo de Lima, junto a los obispos de las diversas diócesis de la República.
Es el único templo construido en el Perú republicano con rango basilical, otorgado por el papa Juan XXIII mediante un breve pontificio emitido en Roma el 25 de marzo de 1962. El resto de basílicas existentes en el Perú fueron construidas en el virreinato.
La Basílica de María Auxiliadora fue hasta mediados del siglo XX la estructura más alta de Lima, siendo, hasta hoy, un hito del paisaje urbano de la capital de la república.
Su valor arquitectónico
La Basílica de María Auxiliadora tuvo un diseño ecléctico de estilo románico-bizantino, obra del sacerdote salesiano Ernesto Vespignani, que ejerció notable influencia en la historia de la arquitectura eclesiástica limeña del siglo XX. Su frontis constituyó un hito de modernidad y monumentalidad, al incluir una torre central de grandes dimensiones que contrastó con el paradigma existente en Lima desde el virreinato, consistente en dos torres escoltando una portada retablo. Su diseño exterior fue emulado por templos como San Francisco de Barranco (1935) y Santa Beatriz de Lince (1942), mientras que su diseño interior influenció en los templos Sagrado Corazón de Jesús de Magdalena del Mar (1942) y Don Bosco del Callao (1954).
Su valor artístico
Su interior cobija un siglo de trabajos de ornamentación a cargo de destacados artistas peruanos y extranjeros. Entre sus piezas más destacas se encuentran la imagen procesional de María Auxiliadora (Talleres Salesianos de Sarriá, Barcelona, 1921), el altar mayor de la Cripta (Antonio Bozzano, Pietrasanta, 1924), el pavimento de mármol (Sergio Vatteroni, Florencia, 1928), seis series de vitrales (Tiroler Glasmalerei und Mosaikanstalt, Innsbruck,1933), los lienzos de los Misterios del Rosario y la historia de la devoción a María Auxiliadora (Giuseppe Cassioli, Florencia,1934-1936), el órgano en funcionamiento más grande del Perú (Giovanni Tamburini, Crema,1934), el baldaquino y antiguo altar mayor (Federico Bonetti, Pietrasanta,1934), las puertas de bronce (Casa Negri, Lima, 1955 – 1959) y el mosaico de la coronación de la Virgen (Artesanos de Don Bosco de la Operación Mato Grosso, 2017), entre otros.
Su valor social
La Basílica de María Auxiliadora es un recinto reconocido como espacio fundamental de la vida espiritual de la Familia Salesiana en el Perú.
Es parte de la identidad del distrito donde se ubica (Breña), estando reconocida como tal en su escudo oficial.
Su valor religioso
La Basílica de María Auxiliadora es el recinto desde donde se ha irradiado a la ciudad de Lima y al resto del Perú la devoción a la Virgen María en su advocación Auxiliadora de los Cristianos. Como tal, es desde hace un siglo el punto de partida y llegada de la procesión a María Auxiliadora, la segunda más multitudinaria de Lima después de la procesión al Señor de los Milagros (Valor tradicional).
La Basílica de María Auxiliadora de Lima está agregada a la Basílica de San Pedro de Roma, siendo depositaria de “todas las gracias, indulgencias y favores espirituales otorgados a la [Basílica] Vaticana” según el Decreto expedido en Roma por el Cardenal Raphael Merry del Val el 2 de marzo de 1925. También fue nombrada como “Santuario Arquidiocesano” por decreto arzobispal del 5 de junio de 1987 firmado por el cardenal Juan Landázuri Ricketts, Arzobispo de Lima.
Agradecemos a los funcionarios del Ministerio de Cultura por este reconocimiento que hace justicia a este monumento de fe y patriotismo, justo en el año de su centenario y en el mes de María Auxiliadora.
David Franco Córdova
Historiador de la Congregación Salesiana del Perú
Buenas tardes, como podría informarme si ustedes reciben las cenizas de un difunto que ha sido cremado para poder enterrarlos definitivamente.
Gracias