Dedicados a la salvación de los jóvenes,
luchando contra todas las formas de pobreza.
Congregación Salesiana del Perú

Salesianas Oblatas del Sagrado Corazón (SOSC)

El Instituto nació del corazón pastoral del salesiano Mons. Giuseppe Cognata (1885-1972), nombrado obispo de Bova (RC) en 1933.

Actuamos en zonas difíciles y abandonadas. Colaboramos en las actividades parroquiales

Al preparar el plan pastoral de la diócesis, percibió la urgencia de "establecer guarderías para la educación de los niños que debían confiarse a Hermanas, que también debían cuidar a las niñas, ayudar al párroco con el catecismo y aumentar las actividades parroquiales".

Somos son un Instituto de vida activa, de derecho pontificio y de votos temporales. Seguimos a Jesús en su oblación voluntaria al Padre a través de la evangelización y la promoción humana en pequeñas poblaciones sin presencia religiosa, al servicio inmediato de la Iglesia local.

  • Las Salesianas Oblatas Salesianos del Sagrado Corazón (SOSC) fueron fundados el 8 de diciembre de 1933 en la pequeña diócesis de Bova, en Calabria.
  • En 1935 iniciaron el noviciado en Bova Marina y el 8 de diciembre del mismo año emitieron las primeras profesiones.
  • En julio de 1952 el noviciado de Bova fue trasladado a Tivoli y el encargo de Madre Maestra se le fue dada a la Hermana Bice Giuseppina Carini.
  • El 5 de junio de 1959, fiesta del Sagrado Corazón, la piadosa sociedad de las Salesianas Oblatas del Sagrado Corazón se convirtió en una Congregación Religiosa y en octubre se celebró el 1er Capítulo en el que fue elegida Madre General la Hermana Bice Giuseppina Carini.
  • Desde 1983, las SOSC forman parte de la Familia Salesiana.
  • Durante el último Capítulo General, la Madre General, Madre Graziella Maria Benghini, fue reelegida para un segundo sexenio, 2019-2025.

«Vivimos en comunidad para realizar una misión: la evangelización de los pobres, prioritariamente los enfermos de lepra, los niños y los jóvenes, con una espiritualidad propia Salesiana que nos identifica en la Iglesia. El Instituto busca ser signo e instrumento de realización del Reino de Dios que es amor, justicia, paz y liberación. Somos consagradas que participando del misterio de Cristo estamos llamadas a prolongarlo con nuestro Carisma específico salesiano victimal. Somos Consagradas, por tanto mujeres de oración, de una oración nueva y renovada de imitación evangélica de Cristo. Somos apóstoles, es decir, misioneras, enviadas por doquier según el espíritu del Instituto a cumplir la misión de “revelar al mundo el sentido cristiano del dolor” 

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