Entre el 28 de mayo y el 24 de junio de 1960, el Rector Mayor de los Salesianos Don Renato Zigiotti visitó el Perú. Era la primera vez que un Sucesor de Don Bosco llegaba en un viaje oficial a nuestro país. Fue una visita histórica, tanto por el rango del visitante, como por su duración: casi un mes entre nosotros, en distintos lugares del territorio nacional. Se la recuerda como una de las giras más importantes en la historia de la Familia Salesiana del Perú, sólo comparable en su expectativa, logística y magnitud con la visita de la Urna de Don Bosco en marzo de 2010.
Ziggiotti era cabeza de la Congregación Salesiana desde 1952, elegido tras la muerte de don Pedro Ricaldone. En el elenco de Rectores Mayores, Ziggiotti destaca por su singularidad. Fue el primer sucesor de Don Bosco que no pudo conocer al fundador (nació en 1892, cuatro años después de su muerte) y el primero foráneo del Piamonte. Por eso el historiador salesiano Francesco Motto se refiere a él como un Rector Mayor de “segunda generación”. Además, le tocó gobernar en tiempos de cambios: durante su gobierno se inició el Concilio Vaticano II, tras el cual optó por no reelegirse al cargo de superior, siendo el primer Rector Mayor Emérito en la historia salesiana.
Como sucesor de Don Bosco, fue también el primero en realizar una gira por las casas salesianas del mundo. Como parte de ella, llegó al Perú en 1960, proveniente de Chile. Si bien era su primera visita oficial, no era stricto sensu su primera vez en el Perú. Ya en 1957 había hecho escala en Lima durante un viaje a Brasil. En aquella ocasión pasó brevemente por el Colegio Salesiano de Breña, en una visita que se registró como “estrictamente privada”. Quizás por ello no existen registros fotográficos de aquella inaudita visita extraoficial.
Tres años después, Ziggiotti arribó al antiguo aeropuerto de Limatambo el 28 de mayo de 1960. Esta vez permanecería veintiocho días, en los cuales conoció las distintas casas salesianas del país y se reunió con sus hermanos salesianas y hermanas Hijas de María Auxiliadora, además de autoridades civiles y eclesiásticas, incluido el propio Presidente de la República.
El 24 de junio dejó el Perú para partir rumbo a Bolivia, país cuyas obras salesianas pertenecían a la Inspectoría Santa Rosa de Lima desde su creación en 1902. El Rector Mayor permaneció en territorio boliviano hasta el 5 de julio.
En aquel viaje Ziggiotti debió comprobar la inmensidad y complejidad geográfica del territorio de esta inspectoría binacional. Por eso puede considerarse que, una de las consecuencias de su periplo, fue la separación de las casas de Bolivia con la creación de la Inspectoría Nuestra Señora de Copacabana en 1963.
Otra de los efectos de este viaje, en el que conoció in situ las necesidades e idiosincrasia de los Salesianos del Perú, fue la designación en 1963 del primer Inspector Provincial nacido en nuestro país: el padre Carlos Cordero, de tan solo 34 años de edad. Era el tercer inspector que designaba para esta patria de Santa Rosa, después de los italianos Carlos Orlando en 1954 y Pedro Garnero en 1959.
A continuación, reproducimos (traducida y adaptada) la crónica del viaje publicada en el Bollettino Salesiano (Turín) en su edición de agosto de 1960. Un completo testimonio, signo de la prensa de otros tiempos, generosa en datos para la posteridad. El siguiente texto no solo es un relato de aquella visita en concreto, sino una radiografía de la vasta Obra de Don Bosco en el Perú a mediados del siglo XX, en la víspera del Concilio Vaticano II.
El recorrido de Don Ziggiotti. En Perú.
Bollettino Salesiano (Turín), Año LXXXIV, N° 17, Setiembre de 1960. Páginas 360 a 368.
Hace setenta años, los salesianos ingresaron al Perú y comenzaron su apostolado con un oratorio festivo muy modesto en Lima. Hoy, el Sucesor de Don Bosco, viajando a través del antiguo imperio de los incas, encontró un apogeo de obras que lo obligaron a exclamar: “Solo Dios ha podido hacer estas maravillas; nosotros, los salesianos pobres, solo somos los humildes instrumentos. Gloria a él”.
[…]Breña (del 28 al 30 de mayo)
En el número anterior habíamos dejado a nuestro venerado Rector Mayor viajando de Santiago a Lima. Lo encontramos ahora en el aeropuerto de la capital peruana, abarrotado de gente que se apresuró a darle el primer saludo. Acudieron nuestros dos obispos, monseñor [Otoniel] Alcedo [Obispo de Ayacucho] y monseñor [Julio] González [Obispo de Puno], el Obispo Castrense, representantes del gobierno y autoridades, los salesianos y los jóvenes, las Hijas de María Auxiliadora con sus alumnas, cooperadores, ex alumnos y diversas personas. Una procesión imponente desfiló por las calles de la capital hasta la Casa Provincial. En la grandiosa y artística Basílica de María Auxiliadora se cantó un solemne Te Deum de acción de gracias y el Rector Mayor desde el púlpito miró con emoción la multitud de personas y les impartió la bendición de María Auxiliadora.
Al día siguiente, 29 de mayo, celebró la Santa Misa en la parroquia de María Auxiliadora y luego fue honrado con una grandiosa manifestación en uno de los patios. El inspector Don Pedro Garnero le dio la bienvenida.
El centro inspectorial de la Avenida Brasil es un complejo imponente de obras educativas y pastorales: 1200 son alumnos de escuelas primarias, secundarias, profesionales y nocturnas, el Oratorio es floreciente y la iglesia muy popular.
Por la tarde acudió veneró a Santa Rosa de Lima a su Santuario y en la Iglesia de Santo Domingo, donde se guarda el cráneo de la santa. Al cruzar la parte central de la ciudad, admiró las amplias y floridas avenidas, los vastos parques verdes, los edificios modernos y acogedores.
El 30 de mayo, onomástico de la Madre General [sor Ángela Vespa], celebró la Santa Misa en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, que cuenta con 1200 niñas. Más tarde se reunió con el Arzobispo [Monseñor Juan Landázuri Ricketts, franciscano], nuestro amigo y benefactor.
Magdalena (30 de mayo)
Siguiéndolo en su peregrinación, nos encontramos en el encantador distrito de Magdalena del Mar, ubicado a orillas del Pacífico como parte de la gran Lima. Salesianos, novicios y aspirantes dan la bienvenida al Sucesor de Don Bosco con una alegría explosiva. Primer homenaje, una academia encantadora. Luego lo invitan a presidir una reunión de las compañías salesianas, brillantemente dirigida y animada por coros y música. Finalmente, le ofrecieron un tesoro espiritual y una ofrenda para el Pontificio Ateneo Salesiano en Roma.
Piura (31 de mayo)
El 31 de mayo salimos hacia Piura, en el extremo norte del Perú, cerca de la frontera con Ecuador. La aerolínea “Faucett” ha puesto a disposición del Rector Mayor y su séquito tres asientos gratuitos para todos sus viajes en el territorio nacional. El cuatrimotor vuela sobre la zona costera ofreciendo el espectáculo de la magnífica cadena andina, que culmina con la gigantesca masa blanca de Huascarán (6807 metros). En Piura tenemos un colegio de más de 800 estudiantes, el pequeño seminario diocesano confiado a nuestro cuidado y un oratorio festivo.
En el aeropuerto Don Ziggiotti estuvo rodeado por todas las autoridades, por los superiores de las familias religiosas y por una multitud de jóvenes y personas de todas las categorías. Los vehículos desfilaron por las calles de la ciudad entre los vítores de la gente, mientras que el sol abrasador hacía recordar que el Ecuador no está muy lejos. Solo una parte de la multitud logró ingresar a la iglesia para asistir a la misa del sucesor de Don Bosco. Pero en el gran patio todos pudieron participar en el homenaje, que tuvo lugar de manera impecable y festiva. Por la noche, cooperadores, ex alumnos, padres de la familia celebraron una reunión presidida por el alcalde, quien en nombre de la ciudad agradeció al Rector Mayor y le otorgó un diploma al mérito.
Chosica (del 1 al 3 de junio)
El 1 de junio, después de una breve parada en Lima, el viaje en automóvil continuó a Chosica, una hermosa ciudad a 40 kilómetros de la capital y 900 metros de altura, destino de viajes frecuentes debido al clima saludable y el brillo del cielo, constantemente pacífico.
El [ex] inspector Don [Carlos] Orlando lo eligió como sede del filosofado, que es moderno y acogedor en un lugar llamado «Villa del Sol», con vastos ejemplos de fertilidad que hacen pensar en la Tierra Prometida. El Rector Mayor fue recibido con alegría filial y pasó dos días de intensa actividad en este oasis de paz. Entre otras cosas, bendijo el Noviciado de las Hijas de María Auxiliadora, aún en construcción, y acogió con beneplácito la invitación de los Hermanos Maristas, quienes tuvieron el honor de tenerlo como invitado de su casa de formación. Un alegre aperitivo en los andenes o terrazas cultivadas de nuestra propiedad en la ladera de la montaña, permitió a los jóvenes co-hermanos pasar deliciosos momentos de intimidad con el Padre.
Callao (4 de junio)
El 4 de junio estuvo dedicado al colegio del Callao, el conocido puerto del Pacífico que se encuentra a solo 8 kilómetros de Lima, con el que forma un único complejo urbano. Una escuela con 750 alumnos, una iglesia parroquial muy popular y un oratorio festivo florecen allí. Incluso las Hijas de María Auxiliadora dirigen allí una escuela con gran número de estudiantes.
El Rector Mayor celebró la Santa Misa y recibió un cálido homenaje en el que participaron muchos cooperadores y feligreses. La mesa está rodeada por las más altas autoridades de la ciudad y el conde [Carlo] Radicati [di Primeglio], cónsul general de Italia y nuestro leal ex alumno [por entonces catedrático de la Universidad de San Marcos y célebre estudioso de los quipus]. Por la tarde visitó el Colegio de las Hijas de María Auxiliadora y fue celebrado por las asociaciones parroquiales.
Arequipa (del 5 al 6 de junio)
El domingo de Pentecostés, 5 de junio, con un vuelo plácido y pacífico, llegamos a Arequipa, la segunda ciudad del Perú, a 2400 metros, al pie del volcán Misti, solemne y amenazante con sus 6000 metros de altura. A principios de este año, un terremoto causó numerosas víctimas y destrucción, incluida la de nuestra iglesia de María Auxiliadora.
La ciudad cuenta con el título de «Roma del Perú» [otorgado por el Papa Pío XII en 1940] por su profunda fe y las hermosas iglesias que la adornan. En el aeropuerto, el Arzobispo [monseñor Leonardo Rodríguez Ballón] y las autoridades se encuentran con el Rector Mayor con una muy cordial bienvenida, lo que inmediatamente le permite respirar el aire de una familia. La larga procesión de automóviles corre por las calles principales de la ciudad y termina en nuestro colegio, donde se lleva a cabo un grandioso evento en honor del venerado Invitado. Por la noche, es entrevistado por la radio y televisión local, que le ofrece la oportunidad de ilustrar nuestros trabajos y el espíritu que los informa a los ciudadanos.
Como en todas partes, también hay numerosos estudiantes aquí: más de 700, entre escuelas primarias, secundarias y profesionales. Por supuesto, no se cuentan los oratorianos, que vienen en masa llenando la iglesia y hormigueando alegremente en los vastos patios de recreo. Los ganadores de las competiciones deportivas tienen el honor de recibir el premio del Rector Mayor.
En la misa del 6 de junio celebrada en uno de los patios también asistieron las Hijas de María Auxiliadora de Mollendo. La “crema y nata” de la ciudad con el Arzobispo y todas las autoridades de la ciudad se reúnen por la noche en la Municipalidad para conferir la ciudadanía honoraria al sucesor de Don Bosco. El alcalde, que había permanecido en la cama hasta ese día debido a una enfermedad, quiso realizar la ceremonia personalmente.
Puno (del 6 a 9 de junio)
La misma tarde se fue a Puno. La compañía ferroviaria ofreció la cabina dormitorio al Superior y su comitiva. Lo acompañaba el obispo de Puno, monseñor [Julio] González [Ruiz], salesiano.
El viaje nocturno tuvo lugar al pie de picos altos, entre quebradas y valles. En nueve horas se cubrieron los 300 kilómetros que separan Arequipa de Juliaca, ubicada en la meseta de Puno. Recibidos por el director de nuestra Escuela Agrícola y agasajados por las Hermanas Dominicas alemanas, continuaron en automóvil hasta Puno, a 40 kilómetros de distancia, a orillas del lago Titicaca, cuyas aguas están a 3808 metros sobre el nivel del mar. Es el más alto y más grande de toda América del Sur.
Para la misa que se ofreció a los estudiantes y la feligresía se eligió la iglesia parroquial, confiada a los celosos Padres de Maryknoll, quienes en Puno tienen un vicariato para los pueblos indígenas del Altiplano.
Después de la Santa Misa, las alumnas de las Hijas de María Auxiliadora realizaron una solemne academia en su honor, en la que demostraron su habilidad artística, especialmente con algunos bailes incaicos.
A 7 kilómetros de Puno en un lugar llamado Salcedo, se encuentra un grandioso fruto del trabajo salesiano con una escuela normal, profesional y agrícola para estudiantes internos (300), todos de linaje indígena. También hay una escuela primaria para niños en la zona. La tierra circundante ofrece pastos y se cultiva en parte con papas, vegetales y plantas compatibles con la altitud del lugar, un poco menos de 4000 metros.
A la bienvenida llena de espontaneidad hecha por los jóvenes, llena de folklore, está la de pastores y granjeros indígenas, que bajaban de sus aldeas con ropas festivas y con los animales totalmente enjaezados.
El 8 de junio regresó a Puno, donde el alcalde lo proclamó invitado ilustre de la ciudad y nuestros jóvenes le ofrecieron un espectáculo folclórico con bailes y música, vistiendo trajes llamativos y reviviendo los festivales de los tiempos gloriosos de los incas. Los habitantes de los alrededores, sentados en bancos o agachados en el suelo, admiraron estáticamente las escenas que se presentaron y que parecían resucitar la grandeza de sus mejores tiempos. Don Ziggiotti posó benevolentemente entre los diversos grupos de actores. Por la noche, los jóvenes lo entretuvieron con una academia, durante la cual le ofrecieron los regalos típicos del lugar y sus ahorros para la Universidad Salesiana. Las alumnas de las Hijas de María Auxiliadora hicieron lo mismo.
El 9 de junio, todo el mundo salesiano con la banda de música estuvo en la estación de tren para despedir al querido Padre, que se iba a Cuzco. El carruaje presidencial con veranda, sala de estar y personal de servicio se puso a su disposición. El viaje fue de lo más interesante. En el primer tramo, el tren corrió a lo largo del Titicaca azul, luego ingresó a la vasta meseta, salpicada de aldeas y poblada de rebaños. Más adelante, el convoy comenzó a elevarse para llegar al paso de La Raya, a 4500 metros, al pie de magníficos glaciares y campos de nieve. Luego descendió al valle del río Vilcanota, mientras que la vegetación a su alrededor se volvía cada vez más exuberante, descubriendo a los viajeros nuevos aspectos del Perú.
Llegamos al anochecer a Cuzco, donde una multitud desbordante de personas esperó al sucesor de Don Bosco. En la primera fila estaba el Arzobispo [monseñor Carlos María Jurgens] con las autoridades de todos los sectores de la ciudad. Y luego hombres y mujeres jóvenes, familias religiosas, cooperadores, ex alumnos y un sinnúmero de personas. Los autos, en una larga caravana, corrían por las calles de la ciudad hasta llegar a la casa salesiana.
Cuzco y Yucay (del 9 al 12 de junio)
Cuzco es llamada la Capital arqueológica de América Latina por su gran pasado, los numerosos vestigios de la era inca, el esplendor de las iglesias de la época colonial, la arquitectura y la edad de sus edificios. Llamado “el ombligo del mundo” por los incas, fue la primera sede episcopal de América. Los Salesianos tienen un próspero colegio allí. Las Hijas de María Auxiliadora también dirigen un internado al que asisten cientos de niñas.
Después de la Santa Misa del 10 de junio, los estudiantes de Cuzco rindieron homenaje al Rector Mayor con una elegante academia, en la que, entre los diversos números, hubo un concierto de violín realizado a la perfección por pequeños artistas. Por la tarde, Don Ziggiotti echó un vistazo a la casa y a la vasta tierra que la rodea, rica en eucaliptos. Luego subió a la cima de la colina, donde una antigua fortaleza inca con sus poderosos muros canta las glorias de este pueblo guerrero y dominante. Pero también la ciudad de Cuzco está construida, en parte, sobre las paredes construidas por los incas con enormes piedras cuadradas y compactas, que resisten los siglos. La catedral es magnífica con numerosas pinturas de la Escuela Cuzqueña, altares desbordantes, dorados y con incrustaciones de plata.
Por la noche, los cooperadores, ex alumnos y padres de la familia se reunieron en el Paraninfo de la Universidad para rendir homenaje al Rector Mayor. El Vicerrector, cooperador y benefactor, leyó unas palabras llenas de afecto y entregó un pergamino de recuerdo.
El 11 de junio, temprano en la mañana, abandonó Cuzco y, en el automóvil del Coronel de la Policía, nuestro antiguo alumno, se dirigió a nuestra Escuela Agrícola de Yucay, en el fértil valle de Urubamba, al pie de montañas grandiosas y vastos glaciares que daban la impresión de estar en un rincón de Suiza. Nuestra casa da la bienvenida a habitantes locales muy pobres a quienes se les debe dar alojamiento, comida y ropa sin cargo. La propiedad es de solo veinte hectáreas, pero produce abundantes vegetales, frutas y una muy valiosa calidad de maíz. La recepción brindada por los jóvenes es muy familiar, a ellos se unieron todos los escolares y las autoridades. Por la tarde regresamos a Cuzco.
El 12 de junio, se celebró la Santa Misa en la capilla de las Hijas de María Auxiliadora y recibió el homenaje filial de las Hermanas y las alumnas. Don Ziggiotti hizo una breve visita a las Hermanas de los Sagrados Corazones y a las de Santa Ana. Luego regresó a Lima.
El avión se desplaza muy alto y se requiere administración de oxígeno. Pero el vuelo es claro y le permite disfrutar de visiones inolvidables de valles y montañas muy altas con picos afilados y glaciares blancos.
Ayacucho (del 13 al 14 de junio)
El Comando de la Fuerza Aérea puso a disposición del Rector Mayor un bimotor para visitar las casas salesianas de Ayacucho y Huancayo, en las tierras altas centrales del Perú. El piloto, ex alumno, tiene el honor de traer al Sucesor de Don Bosco en su avión. Maneja los motores perfectamente, de modo que los viajeros experimentan la dulce emoción de un vuelo muy tranquilo sobre áreas muy rocosas e inaccesibles. Después de una hora y media, felizmente desciende al aeropuerto de Ayacucho, recibido por un mundo de personas, al frente del cual está el obispo salesiano Otoniel Alcedo. La ciudad es histórica porque en sus cercanías tuvo lugar la batalla librada por el general Sucre, que señaló el fin de la dominación española en Sudamérica y la constitución de varias de sus repúblicas independientes (año 1824).
Ayacucho no quiere ser inferior en la recepción de los centros más grandes. Un desfile de autos precedido por la banda del Colegio Don Bosco lo lleva al pueblo. A lo largo de las calles la gente vitorea con entusiasmo. En la esquina de la Municipalidad, en la Plaza de Armas, la masa se concentró para presenciar la inauguración de una placa y la inauguración de la calle dedicada a nuestro santo Fundador. El alcalde interpretó los sentimientos de ciudadanía y el Rector Mayor agradeció e invitó a todos a recorrer el camino de Don Bosco, es decir, el que conduce a la salvación de la propia alma y la del prójimo. Un solemne Te Deum se cantó en la catedral.
Por la mañana se reúne con el obispo y visita el pequeño seminario confiado a los salesianos. Por la tarde se festeja al venerable invitado. Comienzan las alumnas del Instituto María Auxiliadora, entonces es el turno del Colegio Don Bosco con sus 600 estudiantes. Finalmente, se celebra una solemne academia en el Seminario en honor al celebrado, a la que asisten seminaristas, estudiantes, ex alumnas de las Hijas de María Auxiliadora de Ayacucho y Huanta.
El 14 de junio celebra la Santa Misa a los jóvenes y a las numerosas personas de acuerdo. Luego se dirige al aeropuerto y vuelve al mismo avión para llegar a Huancayo.
Huancayo (del 14 al 16 de junio)
Al carecer del campo de aterrizaje aquí, el avión lo lleva a Jauja, a unos cincuenta kilómetros de distancia. Para su sorpresa, también ve una multitud de personas aquí, con el Obispo y una gran cantidad de automóviles listos para llevarlo triunfante a Huancayo. La banda hace escuchar sus jubilosas notas y cuando entran a la ciudad, la gente admira el desfile inusual. Nuestros jóvenes, las alumnas de las Hijas de María Auxiliadora y la multitud de invitados se alinearon en el gran patio del Colegio Salesiano para rendir un homenaje solemne al quinto Sucesor de Don Bosco.
El Colegio Salesiano de Huancayo tiene numerosos estudiantes internos y externos. La tierra que lo rodea es vasta. Ahora se están construyendo nuevas instalaciones para atraer a mil estudiantes. Incluso las Hijas de María Auxiliadora tienen su hermosa escuela en el centro de este pueblo laborioso y lleno de vida.
Por la noche, en la Municipalidad, el alcalde, rodeado de todas las autoridades, proclama al Rector Mayor ilustre invitado de la ciudad.
La misa del 15 de junio la celebró en la Catedral. Luego, las Hijas de María Auxiliadora le dieron la bienvenida a su colegio para una demostración de homenaje y la oferta de regalos característicos. Obispo, autoridades, cooperadores y amigos rodean al Rector Mayor en el almuerzo, amenizado por la banda militar. Por la tarde, los estudiantes salesianos le ofrecieron preciosas mantas de vicuñas y llamas, otros regalos, y una llama rellena [¿disecada?] de considerable tamaño. Agradece el regalo para el futuro Ateneo Salesiano. Por la noche, muchos cooperadores, antiguos alumnos, mecenas, celadoras, padres de familia y el Prefecto mismo vienen a nuestro colegio para un cóctel de honor; y es un concurso cariñoso de expresiones de simpatía hacia quien representa a Don Bosco.
El 16 de junio, a las 5 de la mañana, Don Ziggiotti ya está en el altar. A pesar de la hora de la mañana, todos los internos y una gran cantidad de exteriores y alumnos de las Hijas de María Auxiliadora asistieron espontáneamente a su Misa. A las 6 de la mañana, todos llegaron a la estación para despedir al Padre que se va. La despedida es dolorosa para todos. El tren se mueve, mil pañuelos saludan con la mano, luego el convoy desaparece para ir al fértil valle del Río Mantaro. Después de cuatro horas de viaje, comienza la escalada que debe llevarlos a 4781 metros de altura. Es la sección ferroviaria más alta del mundo. Luego desciendes de nuevo entre acantilados, valles y precipicios con visiones y panoramas inolvidables.
Últimos días en Lima (del 17 al 24 de junio)
Hasta el 23 de junio se detiene en Lima y sus alrededores para dar paso a todos los miembros de nuestra triple familia para expresar sus sentimientos de afecto y devoción filiales.
El 17 de junio, en la iglesia de Santo Domingo, el Rector Mayor celebró la Santa Misa por los cooperadores de la capital. Por la noche, en la Casa Inspectorial, cooperadores, cooperadoras y padres de familia le rinden un homenaje devoto.
Al día siguiente celebró en la Basílica de María Auxiliadora para la comunidad de artesanos. Luego participa en el almuerzo familiar, al que están invitados los cooperadores, benefactores, amigos y ex alumnos. Entre las personalidades destacamos al Arzobispo con otros obispos, superiores de familias religiosas, diputados, etc. Por la noche presidió una animada reunión de las compañías juveniles en el Oratorio de Santa Rosa, anexo a la Casa Inspectorial, donde al día siguiente celebró la misa y recibió el homenaje de los 200 miembros del Círculo de San Juan Bosco. Luego bajó al patio, donde dio la patada inaugural a un partido de fútbol, en medio del entusiasmo de los oratorianos. A las 11 regresó a Chosica para visitar la iglesia en construcción y sentarse en la mesa con la Familia Salesiana de la capital y sus alrededores.
La mañana del 20 de junio estuvo dedicada a las Hijas de María Auxiliadora de la Casa Inspectorial. Todas las directoras de la Inspectoría están presentes. Don Ziggiotti comienza con la meditación, celebra la misa comunitaria, luego asiste en el patio a la solemne academia en su honor, realizada con delicadeza y gusto. En él, la inspectora del Gobierno Peruano para las escuelas pronunció un discurso muy elogioso sobre el trabajo de los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora. Se ofrecieron regalos característicos y hermosos al venerable Superior.
Al mediodía en el Palacio [de Torre Tagle] del Ministerio de Relaciones Exteriores, recibió solemnemente la condecoración de la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos con el título de Gran Oficial. Es el más alto que se otorga a los ciudadanos no peruanos.
Luego fue a la Nunciatura para complacer al Nuncio, monseñor [Romolo] Carboni, que lo invitó a almorzar.
Por la tarde dio una conferencia a todas las directoras del Perú. Más tarde, en la casa de formación en Magdalena del Mar, recibió el homenaje de los padres de familia de los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora.
Los días 21 y 22 de junio, el Rector Mayor mantuvo conversaciones privadas con sus hermanos, dio una conferencia a los directores de Perú y otra a los Salesianos. El mismo día celebró la misa vespertina para las asociaciones parroquiales y después de la cena pasó una hora feliz en el local de los exalumnos.
El último día que pasó en Perú, el 23 de junio, fue aún más completo que los anteriores. Por la mañana los directores salesianos del Perú lo visitaron. En el almuerzo fue invitado del Presidente de la República [Manuel Prado Ugarteche], quien lo recibió con toda cordialidad. Por la noche, el Instituto Italiano de Cultura reunió en su sede a un gran grupo de italianos, ansiosos por rendir homenaje al quinto sucesor de Don Bosco.
El 24 de junio, sagrado para la conmemoración de María Auxiliadora, celebró una misa de acción de gracias y, después del doloroso desprendimiento de todo un mundo salesiano que ahora le era familiar, a bordo de un avión “Panagra”, despegó en un vuelo hacia Bolivia.
Traducción y adaptación:
David Franco Córdova
Historiador de la Congregación Salesiana del Perú