Siendo las 9 de la noche del 29 de enero, un grupo de jóvenes, Hijas de Maria Auxiliadora, Salesianos de Don Bosco y fieles que participan de Basílica María, dieron inicio al triduo a San Juan Bosco con una Vigilia de oración original, histórica y carismática. El celebrante de la Vigilia, P. Guido Enrico, invitó a los participantes a realizar el momento de oración en camino hacia tres lugares significativos de Valdocco: El patio principal donde se encuentra la estatua de Don Bosco, la Capilla San Francisco de Sales, y la Basílica de María Auxiliadora: “Porque queremos recordar a Don Bosco en la historia y recordarlo hoy”.
El primer momento de oración fue a los pies de la estatua de Don Bosco, en el patio de Valdocco, donde recordaron la vida de Don Bosco junto a los jóvenes. “Don Bosco hizo de este lugar un espacio de diálogo y de encuentro con los jóvenes”. Los participantes a la Vigilia hicieron oración por todos los jóvenes del mundo.
Un segundo espacio de oración fue en la Capilla de San Francisco de Sales, lugar donde Don Bosco invito a los muchachos a vivir el encuentro profundo con Dios en la Eucaristía. En este lugar recordaron la multiplicación de las hostias por el mismo Don Bosco y la oración de Domingo Savio con Dios. Esta capilla fue un lugar fundamental en el proceso educativo del Santo, donde invitaba a sus muchachos a vivir bajo la presencia de Dios.
Un tercer momento de oración se realizó en la Basílica, donde se ofreció el testimonio de Don Bosco y su relación con María Auxiliadora. “Sin Ella, sin la Auxiliadora, su vida no tendría sentido”. Al finalizar celebración se invitó a los participantes a entrar en una oración original; y de manera espectacular el artista Andrea de Simone, presentó un impactante momento de arte e historia de Don Bosco a través de dibujos en la arena. “Cuando me invitaron a realizar esta propuesta artística – explica Andrea – no pude resistirme. Don Bosco es un santo con una gran vitalidad que tiene como ejemplo la confianza total en sus muchachos… El diseño en la arena ha sido pensado con la vida del Santo que nos invita vivir en la esperanza y alegría”.
Al finalizar la celebración el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, ofreció las Buenas Noches. “Decir Don Bosco, es decir Maria Auxiliadora. El Santo tuvo la convicción profunda que Ella fue la que hizo todo. Pero, no podemos pensar en Don Bosco sin la presencia de su madre Margarita. Don Bosco no nació con una mochila llena. Don Bosco nació en una familia, con la fragilidad de un niño. Su vida se hizo a base de sacrificios y con la presencia de Dios y de mamá Margarita. Hoy es el momento para agradecer su vida. Sin Don Bosco, nosotros no estaríamos hoy como Familia Salesiana”.