(ANS – Lubumbashi) – En los últimos días de marzo la urna continúo su peregrinación en la Inspectoría de África Central (AFC). Kafubu, Kansebula y Taba-Congo las principales etapas de las cuales hacemos memoria.
El sábado 24 de marzo, después de un viaje de grande fatiga desde Lubumbashi, la urna llegó a Kafubu. La primera etapa fue en la obra que dirigen las Hijas de María Auxiliadora (FMA) en Ima-Kafubu, donde las alumnas junto con sus familias recibieron la urna leyendo diferentes mensajes de bienvenida. Estaban también presentes las delegaciones de otros institutos como Shibukeni y Kwesu.
Después la urna fue portada delante de la catedral de la ciudad, donde las alumnas FMA realizaron una festiva coreografía que entusiasmo a toda las personas presentes. Incensada por Mons. Gaston Ruvezi, sdb, obispo de Sakania-Kipushi, la urna fue trasladad dentro de la iglesia para la veneración pública. En la tarde Mons Ruvezi presidió la solemne eucaristía, mientras en la noche la comunidad de las FMA proyectó un filme sobre la vida de Don Bosco.
Al día siguiente, domingo 25 de marzo, la urna, tuvo un día rico de continuas visitas a diferentes lugares y los fieles la acompañaron con devoción. En la mañana el padre Didier Umbi, Maestro de novicios de Kansebula, presidió una misa en la catedral de Kafubu. Después la urna fue portada a Ima-Kafubu, donde recibió el saludo y los homenajes de las autoridades.
La peregrinación después partió en dirección de Kwesu, con Mons. Ruvezi que, rodeado de niños, era el pionero. Antes de arribar a la obra el coro escolar y la comunidad de las FMA fueron hacia el encuentro al corteo cantando “Padre, maestro y amigo”, mientras otros jóvenes realizaban la coreografía. Después de un momento de oración, la urna llegó a la última etapa de su larga jornada de viajes: el filosofado salesiano de Kansebula. También aquí, la comunidad de los jóvenes salesianos, guiados por el director padre Donatien Banze, y el padre Umbi, pronunciaron los discursos de bienvenida, y juntos con cantos y danzas expresaron su felicidad por la presencia del padre fundador.
En la mañana siguiente, lunes 26, la urna partió para Taba-Congo. La comunidad salesiana local para la ocasión hizo reunir los alumnos de todas las escuelas de la ciudad – una materna, una primaria, una secundaria y una privada – además de los fieles que acuden a las dos parroquias dependientes de la comunidad. Los niños conmovieron a todos por su devoción sencilla y afectuosa y en el curso de la veneración los religiosos debieron esforzarse por mantener el orden, dado que todos querían acercarse a la urna.
En la tarde el padre Bernard Ilunga presidió la misa y señaló a los fieles el ejemplo de Don Bosco. Terminada la celebración inició la vigilia de oración que culminó al día siguiente en la mañana.
