El 1 de setiembre de 1939 Hitler invadió Polonia, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial. La Casa Salesiana en Poznan, en la calle Wroniecka fue ocupada y convertida en cuartel de los soldados alemanes. Los jóvenes seguían reuniéndose en los jardines fuera de la ciudad y en los bosques cercanos. Sugieran muchas sociedades secretas.
Acusados
En septiembre de 1940 Francisco Kesy y cuatro de sus compañeros del oratorio fueron arrestados siendo acusados de pertenecer a una organización ilegal.
Condenados
Fueron llevados al temible Fuerte VII cerca de Poznan, donde fueron torturados e interrogados. Después fueron llevados a diversas prisiones donde no tuvieron siempre la suerte de estar juntos. Llevados nuevamente a Poznan fueron procesados, acusados de alta traición y condenados a muerte.
La fe expresada en la vida de prisión
Fueron martirizados en Dresda el 24 de agosto de 1942. Vivieron la situación de prisión con espíritu de fe y espiritualidad salesiana. Rezaban constantemente: Rosario, novenas a Don Bosco y a María Auxiliadora, las oraciones de la mañana y de la noche. Trataban de estar en contacto con sus familias por medio de mensajes que a menudo lograban mandar secretamente.
Testimonio hasta el final
Les daban valor a sus familias y les pedían sus oraciones asegurándoles que rezarían por ellos. Cuando podían celebraban alegremente las fiestas litúrgicas en su celda. Jamás vaciló su fe. Dieron testimonio hasta el final.
CINCO POLACOS MÁRTIRES
Francisco Kesy nació en Berlín el 13 de noviembre de 1920. Su familia se mudó a Poznan debido al trabajo de su padre. Francisco era aspirante en el Seminario Salesiano menor en Lad.
Durante la ocupación, no pudiendo seguir sus estudios, consiguió trabajo en una industria local. Pasaba su tiempo libre en el Oratorio donde, en estrechísima amistad de ideales con los otros cuatro, animaba las asociaciones y las actividades juveniles.
La gente recuerda que era sensible, pero al mismo tiempo alegre, sereno y simpático; y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Casi todos los días comulgaba; rezaba el Rosario en la noche. En un mensaje a su familia escribió: “En Wronki, como estaba solo en mi celda, he tenido tiempo de examinarme. Prometí vivir de una forma diferente, como nos había recomendado Don Bosco, viviendo para agradar al Señor y a su Madre, María Santísima… Le pido al buen Dios para que todas estas tribulaciones me toquen a mi y no a ustedes”.
Eduardo Klinik nació en Bochum el 21 de junio de 1919, tímido y sereno, se volvió más vivaz desde que entró al Oratorio. Era un estudiante sistemático y responsable.
Se distinguía por estar muy comprometido en todo tipo de actividad y daba la impresión de ser el más serio y profundo.
Jarogniew Wojciechowski nació en Poznan el 5 de noviembre de 1922, era pensativo y trataba de tener una visión general de las cosas para comprender lo que sucedía. Era un líder en el mejor sentido de la palabra. Se destacaba por su buen humor, su compromiso y su testimonio.
Czelaw Jozwiak nació en Lazynie, el 7 de setiembre de 1919. Era de carácter algo temperamental, pero espontáneo, lleno de energía, dueño de sí, dispuesto al sacrificio, consistente y positivamente acreditado. Se veía que aspiraba a la perfección cristiana y progresaba en ello.
Uno de sus compañeros de prisión escribió: “Tenía buen carácter y corazón y un alma como de cristal… Me confiaba una de sus preocupaciones: no mancharse nunca con ningúna impureza”.
Eduardo Kazmierski nació en Poznan el 1º de octubre de 1919. Se caracterizaba por su sobriedad, prudencia y bondad. Pudo desarrollar en el oratorio insospechadas dotes musicales. La vida religiosa que se respiraba en su familia y en los Salesianos lo llevó pronto a la madurez cristiana. Durante el tiempo de