ROMA (ACI/EWTN Noticias).- Las iglesias católicas y el resto de iglesias cristianas de Inglaterra se unirán para hacer sonar al unísono sus campanas y dar inicio a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que se disputan este año del 27 de julio hasta el 12 de agosto en la capital inglesa.
El Comité Organizador de los juegos propuso la iniciativa a las iglesias cristianas, que el próximo 27 de julio harán vibrar sus campanas a las 08:12 horas locales en toda la nación.
La Catedral de Westminster dará el campanazo inicial.
Según informó la agencia SIR, el responsable de evangelización durante los juegos olímpicos, James Parker, espera que «las personas se despierten el día de la ceremonia de apertura dura de los juegos olímpicos con nuevas expectativas en sus corazones».
«Esperemos que haya noticias a nivel internacional sobre el hecho de que los campanarios cristianos han sonado para recordar a las islas inglesas y al resto del mundo las raíces cristianas de este evento».
Una Misa para los atletas católicos de los Juegos Olímpicos
Además, el 28 de julio, a las 14:30 horas locales, oficiarán una Misa para todos los atletas católicos que participen en el evento.
«Habrá muchos ex campeones olímpicos y profesionales del deporte, provenientes de todo el mundo, que son católicos y se encuentran en Londres para participar en los Juegos. Estos hombres y mujeres conocen muy bien la importancia de mantener a Dios firmemente en su sitio durante su viaje deportivo. Y fueron invitados a unirse a la comunidad católica para dar gracias a Dios», explicó Parker.
Se espera que en la Misa participen el Arzobispos de Westminster, Mons.Vincent Nichols, y el de Southwark, Mons. Peter Smith; el Obispo de Brentwood, Mons. Thomas McMahon, los obispos diocesanos de todo el país, y el Nuncio Apostólico de Reino Unido, Mons. Antonio Mennini, entre otros.
Los Obispos de Inglaterra y Gales, invitan a «los atletas católicos a unirse al resto de las comunidades para dar gracias a Dios por las muchas oportunidades que los Juegos presentan en este momento, no solamente para nuestra nación, sino para el mundo entero», concluyó.
