(ANS – Roma) – Ayer por la noche, 31 de julio, el Rector Mayor, que acaba de regresar de Brasil, quiso compartir con la comunidad de la Casa Generalicia algunos elementos que le impresionaron mucho al ver en la JMJ en Río de Janeiro, la figura del Papa Francisco y sus procesos de renovación en la Iglesia. Esta reflexión está contenida en una carta que ya se ha enviado a todas las Inspectorías Salesianas.
«Realmente no se puede entender la figura del Papa Francisco si no se ve la relación íntima entre gestos, actitudes y pensamiento», así comenzó su reflexión Don Pascual Chávez. «Los gestos son lo que vemos: un Papa siempre sonriente, de una sonrisa espontánea y generosa; con abrazos de gran ternura… actos que encarnan la maternidad de la Iglesia».
«Las actitudes – dijo el Rector Mayor – ofrecen una clave de lectura, porque nos presentan un humilde servidor de la fe. Es interesante ver cómo no hace referencia a su propia persona. Simbólico en este caso fue la forma en que respondió a la Presidenta de Brasil: «No tengo plata ni oro, pero traigo lo más valioso que me han dado a mí: ¡Jesucristo!».
Después de haber presentado también otras características típicas, como la espontaneidad y la atención concreta a los pobres y a los últimos, Don Chávez también analizó el pensamiento del Papa. En particular, hizo hincapié en la solidaridad expresada a los jóvenes que se manifiestan en Brasil por una sociedad más justa, y la crítica al modelo occidental que condena a la «eutanasia cultural» a los ancianos y a la marginalidad los jóvenes que se ven privados de la oportunidad de producir «la renovación de la sociedad». En el compartir con los más jóvenes, el Papa supo devolverles el entusiasmo y la esperanza: «los invitó a jugarse la vida por las causas que realmente valen la pena, el Evangelio, Jesús».
El Rector Mayor destacó también la referencia a la «humildad social» hecha por el Papa durante su encuentro con los dirigentes de la política y la cultura, evidenciando la significatividad de este comportamiento, sobre todo en un contexto como el de Brasil, actualmente entre los extremos de la «indiferencia egoísta» y la «protesta violenta».
El discurso que más impresionó a Don Chávez fue el dado a los obispos de Brasil, donde el Papa recordó cómo «el misterio entra por el corazón y no puede reducirse a una explicación racional…» y que, en el tema de la lejanía de los fieles «no se puede simplemente atacar el relativismo, el agnosticismo y la indiferencia, cuando hay una responsabilidad dentro de la Iglesia».
Otras características específicas del Papa Francisco que se acentuaron en Río y merecen ser exploradas son la apertura a los diversos actores sociales para trabajar juntos en los valores comunes, alejandose de una visión piramidal de las estructuras de gobierno de la Iglesia hacia un modelo «poliédrico» y la unidad en el respeto de la diversidad: «Digo esto porque o se vaya en profundidad sobre la figura del Papa o todo se reduce a anécdotas… Mientras no haya duda de que él tiene su propia agenda y que la está llevando adelante», concluyó Don Chávez.
El Rector Mayor, por último, invitó a todos a leer y reflexionar sobre los documentos y las intervenciones del Papa, también en relación con el próximo Capítulo General.
El texto completo está disponible en italiano, inglés y español en el sitio sdb.org.
