El salón de actos de la Asociación de la Prensa de Madrid estaba llena a reventar, con docenas de personas de pie, pero retumbaba un silencio orante que acompañaba la recitación del Padrenuestro en árabe. Lo pronunciaban al unísono una especialista de Estudios Árabes de la Universidad Complutense, la egipcia Soha Abboud-Haggar, y la presidenta de la Fundación FPSC (www.fundacionfpsc.org), la libanesa Jumana Trad.
Así, con oración, se inició la sesión de análisis y divulgación sobre la situación de los cristianos en Oriente Medio, convocada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (www.ain-es.org), que está volcada en apoyar a los cristianos de la zona, un 2% de la población, que hace apenas tres o cuatro años sólo sufrían de pobreza y cierta marginación, pero ahora son sometidos a violencia y persecución descarnada.
Unidos por lengua y cultura
Jumana Trad recordó lo que une a esta zona: la lengua y la cultura árabe, con corrientes políticas transversales, modernas, como el nacionalismo árabe y el socialismo de partido único en varios países hasta anteayer. Como estados nacionales, señaló, «se trata de países con menos de 100 años, no son como España, que es una nación con casi 6 siglos«.
Quiso mostrar la diversidad religiosa del área: viven allí cristianos de 13 ritos distintos, y musulmanes de 6 ramas diferentes. Soha Abboud-Haggar puntualizó que en la zona actúan además 2 potencias no árabes: Irán, de lengua y cultura persa, una teocracia islámica chií, y Turquía, de lengua y etnia turca, una democracia laicista, tutelada por el Ejército, con gobierno islamizante.
Gas, petróleo… y acceso al Mediterráneo
El teniente coronel Francisco José Berenguer Hernández, experto en geopolítica del mundo árabe, recordó que la riqueza en gas y petróleo de Arabia, Irak, Irán y el Golfo dan a la zona una importancia especial, y que Siria y Egipto no son importante por su producción, sino por su posición que permite el acceso al Mediterráneo de esta energía. Además, señaló que recientemente se ha encontrado gas en las aguas entre Siria, Chipre y Líbano. Además, la zona sirve a China y sobre todo a Rusia como tablero para un juego internacional de equilibrios.
¿Por qué ha estallado ahora la zona, primero con la llamada Primavera Árabe, y luego derivando en guerras y revueltas? El periodista de COPE, José Luis Restán, apuntó unos elementos:
– La clase media ilustrada de algunos países quería cambios: más libertad, menos corrupción oligárquica.
– Internet, la televisión y la aldea global ofrecían a los jóvenes otro modelo de vida.
– Y los jóvenes, siempre inconformistas y buscando su sitio, son numerosísimos en la zona. (Un eurodiputado recordaba hace poco que hay más jóvenes en Egipto que en toda la Unión Europea).
El teniente coronel Berenguer añadió otros elementos:
– algunos regímenes veían envejecer a su hombre fuerte (Assad en Siria, Mubarak en Egipto, Gadafi en Libia…) y veían como maniobraba para pasar el poder a un pariente heredero, lo que causó la frustración de muchos y activó las revueltas
– Siria y Libia han sido casos de violencia desproporcionada, mientras que Marruecos respondió a las protestas con reformas constitucionales «cosméticas», que reencauzaron las peticiones populares. El caso libio fue el primero que invocó el principio de Naciones Unidas de «responsabilidad de proteger» para justificar los bombardeos, un principio nacido tan solo en 2005.
– La realidad demuestra que los regímenes «de hombre fuerte» han fracasado: se han hundido (o tienden a hacerlo) y son una fábrica de yihadistas (primero contra el tirano local, pero luego contra Occidente, los cristianos, etc…). Occidente no debería contentarse con volver a fomentar más «hombres fuertes».
Los ponentes coincidieron en afirmar que una vez empiezan las revueltas y adquieren un elemento violento, se crea un vacío de poder y llegan los yihadistas (islamistas fanáticos armados), que matan a cristianos y musulmanes moderados. También se arman y enfrentan grupos locales de dos tendencias rivales: suníes y chiíes, éstos últimos fomentados por Irán en Irak y Siria.
Los que echan gasolina al fuego
«Los jóvenes, que ven Internet y televisión, pusieron en marcha los procesos, pero luego otros -potencias extranjeras, facciones políticas, yihadistas-lo recondujeron y cada proceso ha sido distinto», detalló Soha.
Berenguer lo comparó con la Guerra Civil española, «que por sí sola debería haber durando unas semanas, pero al recibir armas y apoyos del extranjero se alargó años; en Oriente, una vez hay ya disparos, las potencias toman bando y apoyan a sus peones: Irán en Siria apoya al gobierno y los alauitas, mientras que los suníes apoyan a los rebeldes«. Soha expresó su convencimiento de que «Estados Unidos entregará Siria a Irán como ya le entregó Irak».
Armar «al pueblo» es armar yihadistas
Jumana especificó que en Libia y Siria los regímenes usaron el ejército con crueldad para bombardear a su pueblo; ahí se inició un vacío de poder que permitió la llegada de grupos yihadistas. Además, «cuando Occidente decide que hay que armar a la población para que se defienda del tirano, esas armas siempre acaban llegando a los yihadistas«. Por ejemplo, dijo, la guerra de Mali fue posible por las armas y combatientes «sobrantes», o «exportados» de la guerra de Libia.
También quiso insistir en que «en Oriente Medio el cristiano no es odiado por la población musulmana en general. Son sólo unos pocos, unos radicales, como ETA, que ponen bombas, los que les matan. Además, para estas bandas, matar cristianos es una forma de hacer famoso su nombre. Si matas cien musulmanes no sales en la televisión extranjera, pero si matas un cristiano sí».
Los cristianos, el pueblo original
Soha explicó que «estamos hablando de cristianos autóctonos del país, que estaban allí antes que los musulmanes. Los coptos descienden del pueblo de los faraones, los siríacos ya estaban allí cuando los romanos… Yo soy egipcia grecocatólica, los coptos eran ¡mis compañeras de pupitre! y los alabo porque se han agarrado a la tierra y han perseverado. El Papa copto está negociando con el jeque de Al-Azhar, el líder del islam egipcio. La Iglesia no debe ayudar solo con oraciones, sino con apoyo económico, diplomático, etc… pero que llegue a los cristianos siríacos, caldeos, maronitas, coptos, allí, en sus casas, para que no dejen sus tierras«.
Lo que aportan los cristianos
Restán dijo que esos países necesitan a sus habitantes cristianos, «porque dan testimonio de una fe que convive con la razón y de una cultura de la cruz, que aportan un estilo de vida que hacen que el país sea mejor». Jumana señaló que por su cultura, variedad y antigüedad, las comunidades cristianas aportan tolerancia y riqueza cultural. El uso -aunque sea ya residual- del siríaco y arameo en varios dialectos, la protección de manuscritos valiosos, de arte cristiano de los primeros siglos, recordar que Damasco era cristiana antes incluso de llegar San Pablo, hace que sean comunidades especialísimas.
Soha, como filóloga, destacó que fueron «los monjes maronitas, del país de Jumana, de Líbano, quienes más han hecho por la lengua y la literatura árabe culta, algo que ignoran muchos musulmanes pero saben muchos lingüistas».
Madrasas para fanatizar analfabetos
Pero el tema educativo no se refiere sólo a las élites. Los islamistas radicales -y a veces los yihadistas- usan las escuelas en zonas muy pobres como centros de formacióm, reclutamiento y dominio de regiones enteras. «Recordemos que los talibanes nacen en madrasas radicalizadas de Afganistán, y ahora ponen en peligro a Pakistán», señaló Berenguer. En Egipto, explicó Soha, hay regiones enteras sin escuelas estatales, y allí los islamistas ofrecen todo: alfabetización, alimentación y control de la población. «Egipto tiene 85 millones de habitantes, con un 60% de analfabetismo… mentes fáciles de llenar de radicalismo por los Hermanos Musulmanes», dijo.
Cantidades nunca vistas de refugiados
Y luego está el drama actualísimo, acelerado y sorprendenre de los refugiados: dentro de Siria hay 4 millones de desplazados, y además hay 1 millón de sirios huidos a Líbano y otro millón en Jordania. «Imagínense ustedes que, en proporción, es como si de repente llegasen 8 millones de franceses pobres a España, y se quedasen aquí. Pensemos, por ejemplo, en Jordania, país sin agua: ¿cómo va a dar de beber a 1 millón más de habitantes de golpe? Y la mitad son niños: ¿cómo educarlos?»
Soha insistió en que el papel de la comunidad internacional es evitar que se conviertan en refugiados eternos: «igual que los bosnios volvieron a su tierra, también los sirios han de hacerlo. Una cosa es perder las casas, que pueden reconstruirse, y otra perder la tierra».
Proyectos que están en marcha
Este es el contexto en el que trabaja Ayuda a la Iglesia Necesitada.
En El Cairo, los católicos coptos cuentan con los donantes de AIN para ayudar a familias que han sido atacadas y cuyos bienes y pequeños negocios han sido destruidos.
En Alejandría, la catedral copto-católica va a hacer lo que ya realizaron los cristianos caldeos en Irak: vallas y muros de protección alrededor del templo, que protejan de turbas y coches-bomba. Para eso necesitan una ayuda de 22.500 euros. El caso iraquí demuestra que eso salva muchas vidas.
En Líbano, las Hermanas del Buen Pastor necesitan ayuda para atender niñas de familias desplazadas de Siria y de Irak: AIN quiere apoyarlas con 10.000 euros.
En todas partes, los cristianos coptos, caldeos, maronitas, siríacos, armenio o melquitasmiran a sus hermanos católicos latinos de Europa. Están dispuestos a seguir en la tierra de sus padres, la de Jesús y los patriarcas, pero necesitan ayuda.
