ANS.- Laico Cristiano, que creció en el Oratorio Salesiano de Rímini, maduró su fe a partir de una opción decisiva: “ Mi programa de vida se sintetiza en una sola palabra: Santo”. Lo expresará en su compromiso político y social, entendido como un servicio al bien común: “Con la ayuda del Señor deseo y me propongo de ser siempre un ejemplo para mis compañeros y defender la fe en todos los momentos que se me presente la ocasión, todo para mayor gloria de Dios” (Mayo 1936).
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