(ANS – Roma) – Este año la Misión Salesiana de Mato Grosso, Brasil, celebra 120 años de presencia, y la del Amazon se prepara para celebrar sus primeros 100 años. Son los acontecimientos más relevantes que congregan a las Inspectorías de Brasil Campo Grande y de Manaus. Hablaron el jueves 3 de abril, durante las «Buenas Noches» a dúo, los respectivos inspectores: el P. Lauro Shinohara y el P. Francisco Alves.
La presencia misionera en estas regiones, que ha cumplido los sueños de Don Bosco, también ha estado marcada por la sangre: el P. Giovanni Fuchs y el P. Pietro Sacilotti fueron martirizados mientras se acercaban a los Xavantes, en 1934; más tarde, en 1976, el P. Rodolfo Lunkenbein y el indio Simone Bororo fueron asesinados durante la demarcación de la reserva de los Bororo de Meruri; mientras que Mons. Luigi Lasagna, el P. Giovanni Balzola, el P. José Solari y el Coadjuntor Giuseppe Canuto, son solo algunos de los nombres que conforman la memoria de los primeros misioneros que llegaron a Brasil.
El compromiso misionero prioritario ha sido siempre el de promover la agricultura y el cuidado de la salud, con el apoyo de la educación en las escuelas y centros de formación profesional.
Cualquier actividad siempre ha tenido un enfoque especial en la cultura local, también en acuerdo con las instituciones universitarias; lo demuestran las publicaciones de la Enciclopedia Bororo, las obras de sistematización de las lenguas Bororo y Xavante, la apertura del Centro de Documentación Indígena (CDI ) y el Museo de las Culturas «Don Bosco».
En el tiempo ha cambiado el tipo de presencia educativa y pastoral: una vez el trabajo se llevaba a cabo principalmente en los centros misioneros; Hoy, con el aumento de la población, que llega a más de 20.000 entre los Bororo y Xavante, y la multiplicación de los pueblos, que suman alrededor de 250, la misión educativo-evangelizadora se desarrolla por medio del servicio itinerante, que pide una gran actitud ascética para hacer frente a las innumerables dificultades.
No faltan los desafíos relacionados con los gastos de todas las actividades; la presencia insuficiente en comparación con las necesidades – aunque está en crecimiento el voluntariado juvenil, la capacidad organizativa y la coresponsabilidad de los laicos – y aquellas que la globalización plantea al mundo: consumismo, subjetivismo y hedonismo que también generan violencia, prostitución, drogas y alcoholismo.
En el Amazonas la presencia salesiana ha recogido muchos frutos, como el crecimiento de las vocaciones locales y, en particular, las provenientes de los 23 grupos étnicos de la región; Ahora nos centramos en el Primer Anuncio a un grupo importante de comunidades indígenas Yanomami que habitan en la frontera entre Brasil y Venezuela.
«Envíen hermanos salesianos, porque la mies es mucha y los obreros pocos», concluyeron los dos inspectores.