Más de 60 millones de niños y niñas en el mundo no van a la escuela. Las desigualdades, la pobreza, la tradición, la lejanía… son algunas causas de que aún la educación no sea para todos. Pero además, la falta de educación ahonda en las desigualdades, la pobreza y la falta de oportunidades para millones de personas. Todavía hoy una de cada cuatro personas no saben leer ni escribir. Son personas con menos recursos y herramientas para enfrentarse al mercado laboral y a la vida.
La educación es la clave para el desarrollo de los pueblos. Así lo entendemos en Misiones Salesianas y es nuestro principal objetivo en los más de 130 países en los que trabajan los misioneros salesianos. Hoy, los misioneros de Don Bosco cuentan con más de 3.200 escuelas y centros de formación donde más de un millón de niños, niñas y jóvenes reciben una educación de calidad basada en el Sistema Preventivo de Don Bosco. A esta formación formal, hay que añadir los centros de primera alfabetización, los proyectos de formación para mujeres, los centros juveniles, los talleres para menores en situación de riesgo… que completan el abanico de la educación.
Ese niño o niña que va al colegio, se casará más tarde, tendrá una maternidad o paternidad responsable, mejorará su alimentación y la de su familia, pondrá en práctica mejores medidas de higiene, tendrá un mejor trabajo, querrá que sus hijos vayan a la escuela, conocerá sus derechos y querrá ejercerlos. No sólo él o ella se beneficiarán de este círculo virtuoso, también su comunidad y la sociedad en la que vive.
Fuente: Misiones Salesianas
