(RV) .- La visita a Tirana del Papa Francisco tuvo muchos momentos intensos, es difícil elegir uno, pero ver emocionado al Santo Padre Francisco, escuchando el testimonio de los sobrevivientes de la dictadura comunista, hace estremecer hasta al más insensible. El pueblo albanés quiere seguir adelante y se esfuerza cada día para ello, pero es difícil olvidar su terrible historia: muertes, torturas, un país sediento de fe… El mismo Papa confesó que durante estos dos últimos meses había estado estudiando y leyendo sobre la historia del país, sobre todo de la etapa de la dictadura comunista.
Francisco, en su encuentro con los religiosos albaneses, y como suele ser costumbre en él, dejó de lado el discurso que había preparado para decir en el momento lo que su corazón le decía y así, resaltó el valor de la consolación de Dios ante situaciones extremas como las que se vivieron durante la historia de este país de mártires, como él mismo lo definió. Y entre tanta emoción, difíciles de olvidar también las imágenes del Santo Padre abrazando a la hermana María Kaleta, superviviente de la dictadura, acompañadas de un largo aplauso de todos los presenten en la catedral de Tirana.
“Albania nació como católica, y esas raíces están bien regadas con la sangre de los mártires que murieron”, fue el testimonio de una misionera argentina que vive en el país actualmente, y quien asegura que este viaje dará como fruto la esperanza. Y es que hablamos de una nación creciente, sobre todo en el ámbito espiritual, comprensible después de más de 40 años con sed de fe, fuera de la religión que fuera. Y no hay mal que por bien no venga, porque esa represión que tuvieron entre otros, musulmanes, católicos y ortodoxos, hoy se ha convertido en una tolerancia de la que como dice el Papa tiene que servir de ejemplo para muchos países. Y así se vivió también en el encuentro del Vicario de Cristo con los ciudadanos en las calles de Tirana, donde la gran mayoría de los albaneses, fueran del credo que fueran, salieron de sus casas para saludar al Papa. Llama especialmente la atención, como explicó el Padre Lombardi, director de esta radio, un grupo de musulmanes que se reunieron la mañana del domingo para rezar en la mezquita para que todo saliera bien en esta jornada histórica. Ellos también hablaron para nuestros micrófonos y aseguraron que “Gracias a esta visita la comunidad internacional conocerá mejor la historia, y dejarán de vernos como los último de Europa”.