(ANS – San Salvador) – “En El Salvador ser joven es delito”. Una frase que habla por sí sola. No necesita mayor contenido. Pero es una frase que destroza el corazón de cualquier educador o padre de familia que ve crecer a sus hijos sin esperanza y sin futuro. En el “país más violento del mundo” – como titulaba La Vanguardia –, los hijos de Don Bosco no han perdido ni la fe, menos la esperanza y continúan ocupándose de los jóvenes, ofreciendo propuestas de trabajo; porque “formar buenos cristianos y honrados ciudadanos” no es una tarea para nada fácil donde ser “joven es un delito”.
La “Fundación Salvador del Mundo” (FUSALMO) junto a “Brücke le pont” realizó el mes de enero del 2018 la graduación de 43 jóvenes beneficiados con los cursos de formación para “Cajeros y Ventas” y “atención al cliente”. Además, los jóvenes fueron formados en una “cultura de paz” y en una “cultura laboral”. Inmediatamente después de recibir los cursos, se inician en un proceso de búsqueda labora, para tener oportunidades de adquirir un primer empleo.
“Estos cursos se desarrollan como parte de la misión que tiene la fundación de ofrecer oportunidades a los jóvenes ya sea a nivel de educación u ofreciendo los cursos técnicos para insertarse en el mercado laboral. Lo que nosotros hacemos es ofrecerles oportunidades, formarlos, ayudarles a buscar empleo y motivarlos para que sean jóvenes que hagan el bien. Una de las expectativas es que los jóvenes acepten y aprovechen estas oportunidades. Otra expectativa es que a través de estos cursos los jóvenes encuentren una oportunidad en el mercado laboral y les permite llevar un ingreso económico a sus familias”, explicaba un directivo de la fundación.
“Es una oportunidad para nosotros los jóvenes de introducirnos al mundo laboral y aprender diversos temas que nos servirán para la vida. En el futuro quiero involucrarme al mundo laboral y poder obtener un empleo con el rango que he estudiado” – explica María Alejandra Chachahua Suarez, beneficiaria del Curso.
Otro de los beneficiarios fue Ricardo Antonio García Chapatón: “Es un espacio para aprender que me sirvió para mi vida, porque de esta manera desarrollo mis habilidades como persona”.
Ximena Alfaro, escribía que en El Salvador “la violencia trastorna la vida de jóvenes”. La “Fundación Salvador del Mundo” no trastorna ninguna vida, sino que transforma la vida de cientos de jóvenes, ofreciendo una herramienta para la vida: educación.