Jesús Espino (22) es el último joven peruano en integrarse al Posnoviciado San Francisco de Asís, ubicado en la ciudad de Quito. Llegó procedente de la Inspectoría de Santa Rosa Lima – Perú, para seguir la carrera de Filosofía en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) y fortalecer sus conocimientos en el ámbito pastoral.
Recuerda que su primer contacto con la figura de Don Bosco y María Auxiliadora fue cuando se preparaba para su bautizo en la Parroquia Salesiana San Juan Bosco de Chosica. Fue en ese lugar, donde a sus 16 años se integró como catequista, al Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) y desarrolló una vida más apostólica.
Estas actividades fueron el inicio de su vocación y de un proceso de discernimiento vocacional que duró un año con el acompañamiento del P. Luis Pastor. En este camino decidió ser testigo de Dios y a los 17 años tomó la decisión de ingresar al aspirantado y seguir el camino de Don Bosco.
Cuando le contó a su madre menciona que en un principio esta decisión la sorprendió y le costó entender que se aleje de la familia, pero «desde una mirada de fe, también se alegró y luego aceptó mi decisión con mucha alegría y entre lágrimas». Ahora su mamá, Rosa Flores, es una persona comprometida con las actividades de la parroquia donde su hijo inició su camino vocacional.
La influencia de la figura de Don Bosco
Jesús comenzó a escuchar sobre la vida de Don Bosco desde muy pequeño por su cercanía a la parroquia. Su vida y obra siempre le impactó y a medida que fue conociendo más de su trabajo en favor de los jóvenes y de la espiritualidad salesiana, se identificó con el carisma y dijo en su interior: «esto es lo mío».
Un pasaje de la vida del santo turinés con el que se identifica mucho es cuando ingresa al seminario y le imponen la sotana, porque en su vida significó un camino de renovación, de mejorar el pasado y de compromiso con quienes más lo necesitaban.
Su experiencia pastoral en Ecuador
Para Jesús «Venir al Ecuador es una experiencia positiva porque voy a poder conocer otra realidad, otra cultura, conocer a otros hermanos y es una oportunidad para ampliar la visión que se tiene del mundo salesiano». Además, espera, durante sus tres años de permanencia en el Posnoviciado, desarrollar nuevos conocimientos en el ámbito pastoral y adquirir una buena base filosófica para cuando tenga que seguir la Teología.
Actualmente su lugar de apostolado es en el barrio La Tola con los chicos que se preparan para la Primera Comunión y Confirmación. Es una labor que le agrada mucho pues le permite conocer la realidad de los jóvenes.
Ecuador y Perú unidos en un mismo Posnoviciado
Con la llegada de Jesús Espino (22), ya son cinco jóvenes de la Inspectoría hermana de Perú que se encuentran realizando el posnoviciado en nuestro país. Esta integración es producto del plan de reorganización de las casas de formación de la región Interamérica, dispuesto por el Rector Mayor, Ángel Fernández Artime, donde se estableció que Ecuador acogerá también a los jóvenes de Perú y Bolivia.
El director de esta casa de formación es el P. Robert García, quien también es delegado inspectorial para la Formación Inicial y Permanente. Jesús describe al padre Robert como una persona espiritual, creativa y que se preocupa mucho por la formación de buenos salesianos y buenos cristianos.
Fuente: Salesianos Ecuador