(ANS – Ciudad del Vaticano) – “Si un miembro sufre, todos los miembros sufren juntos”. Es una cita del mensaje de San Pablo a los Corintios que abre la carta en la que el Papa Francisco invita al «pueblo de Dios» a ayunar y orar por el «crimen» de abusos sexuales a menores en la Iglesia.
El Pontífice escribió directamente a los fieles: Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado”.
Es la primera vez que un Papa dirige una carta a toda la población católica sobre el tema del abuso sexual. El Pontífice se expresa después del nuevo escándalo de pedofilia que ha afectado a la Iglesia Católica: en los Estados Unidos, 300 religiosos han sido envueltos en una indagación, desencadenada por las investigaciones iniciadas hace dieciocho meses.
El Papa Francisco, sin embargo, confía en el cambio radical de curso en el progreso: “Soy consciente del esfuerzo y del trabajo que se realiza en distintas partes del mundo para garantizar y generar las mediaciones necesarias que den seguridad y protejan la integridad de niños y de adultos en estado de vulnerabilidad, así como de la implementación de la «tolerancia cero» y de los modos de rendir cuentas por parte de todos aquellos que realicen o encubran estos delitos.
Junto con estos esfuerzos, dice el Santo Padre: “es necesario que cada uno de los bautizados se sienta involucrado en la transformación eclesial y social que tanto necesitamos”
“Invito a todo el santo Pueblo fiel de Dios- escribe el Papa – al ejercicio penitencial de la oración y el ayuno siguiendo el mandato del Señor,[1] que despierte nuestra conciencia, nuestra solidaridad y compromiso con una cultura del cuidado y el «nunca más» a todo tipo y forma de abuso”.
El documento finaliza con una frase muy elocuente y muy dura: “Que el ayuno y la oración despierten nuestros oídos ante el dolor silenciado en niños, jóvenes y minusválidos… Un ayuno que nos sacuda y nos lleve a comprometernos desde la verdad y la caridad…”