La responsabilidad política pertenece a cada ciudadano, y en particular a aquellos que han recibido el mandato de proteger y gobernar. Esta misión consiste en salvaguardar el derecho y fomentar el diálogo entre los actores de la sociedad, entre las generaciones y entre las culturas.
No hay paz sin confianza mutua
Como se lee en el comentario hecho público por la Oficina de Prensa Vaticana, no hay paz sin una confianza mutua, y para que haya confianza debe haber como primera condición el respeto por la palabra dada.
El compromiso político, -que es una de las expresiones más altas de caridad- comporta la preocupación por el futuro de la vida y del planeta, de los más jóvenes y de los más pequeños, en su sed de realización.
Respeto por los derechos humanos
Cuando el hombre es respetado en sus derechos, como recuerda San Juan XXIII en la encíclica Pacem in Terris (1963), brota en él el sentido del deber de respetar los derechos de otros. Por último, en el comentario se lee que los derechos y los deberes del hombre acrecientan la conciencia de pertenecer a una misma comunidad, con los demás y con Dios (cf. ibid., 45). Por lo tanto, estamos llamados a llevar y anunciar la paz como la buena noticia de un futuro en el que cada ser vivo será considerado en su dignidad y sus derechos.
Fuente: Vatican News