El 7 de junio del próximo año entrará en vigor la nueva Ley sobre el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco lo anunció con un Motu Proprio dado a conocer hoy y que lleva la fecha del 25 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey.
Explicando el sentido de la nueva ley, que sustituye aquella aprobada por San Juan Pablo II en el 2000 y en vigor desde febrero del 2001, el Papa Francisco afirma que, desde el inicio de su ministerio en la Sede de Pedro, sintió «la necesidad de una reorganización global del “Governatorato” (Gobernación) del Estado de la Ciudad del Vaticano, con el fin de que sea siempre más adecuado a las necesidades actuales, al servicio eclesial que está llamado a prestar a la misión del Romano Pontífice en el mundo y a la particular finalidad institucional del Estado de la Ciudad del Vaticano, designado «por su naturaleza para garantizar a la Sede de Pedro la absoluta y visible independencia».
El Papa recuerda los principios y criterios de esta reforma legislativa: racionalización, economía, simplificación. Una tarea que el Pontífice ha confiado al Cardenal Giuseppe Bertello, Presidente de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano y Presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, con la colaboración de una Comisión de Trabajo.
En consonancia con estos objetivos, la nueva Ley prevé la reducción del número de organismos operativos: las Direcciones de las actuales 9 pasan a 7, además del Observatorio Vaticano como organismo científico (Infraestructura y Servicios; Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos; Economía; Servicios de Seguridad y Protección Civil; Sanidad e Higiene; Museos y Patrimonio Cultural; Villas Pontificias), mientras que las Oficinas Centrales pasan de las actuales 5 a 2 (Oficina del Personal y Oficina Jurídica).
La transparencia se persigue con una mayor y más consciente responsabilidad de los directores de los Organismos operativos con el establecimiento de una Unidad de Control e Inspección, en el ámbito del Governatorato. Esta nueva figura tendrá tareas específicas de verificación del cumplimiento de los reglamentos y procedimientos así como de evaluación de la eficiencia y eficacia de las actividades de los mismos organismos.
La nueva legislación tiende a una descentralización moderada, responsabilizando a los titulares de los Departamentos u Oficinas, llamados a responder de los actos individuales, de los resultados alcanzados con respecto a los objetivos asignados, de la seguridad en el lugar de trabajo y de la protección de datos.
Fuente: Vatican News