¿Cómo hacer compatible la fe con el actuar diario en el campo que estemos desenvolviendo? El embajador, dijo que cada uno de nosotros debe tomar conciencia de que la fe que profesa es una fe para divulgarla, qué si creemos que en la Santa Iglesia Católica es Una, y que significa que somos parte de ella. No hay dos Iglesias, una de religiosos y una de laicos. En el lugar donde vivimos debemos ser transparentes en el actuar, debe haber una pertinencia de la forma que se conduce la vida personal, la fe y la vida pública. Con nuestro ejemplo y nuestras acciones los cristianos debemos evangelizar. No puede ser de otra manera. El cristiano en la vida pública debe ser sal, luz y fermento.
A cada persona le corresponde ver en su interior si cree efectivamente en una Santa Iglesia Católica; si cree realmente que debe ser sal luz y fermento; si cree que el bien común es compromiso de todos; si cree que actuar por los demás y para los demás, no es función exclusiva del clero, es nuestra también. Si asumimos este papel como cristianos en la vida, publica, no es fácil, habrá burlas, dijo el diplomático, pero no es con ellos con quien uno debe quedar bien, es con Dios.
La responsabilidad de cada bautizado
Cada bautizado, tiene la responsabilidad de llevar una vida conforme a esa fe, por lo tanto, la participación del cristiano en la vida pública es un ejemplo a seguir, el cristiano es un modelo en la sociedad. El cristiano, donde se encuentre debe vivir esa fe a plenitud, disfrutar de la vida, como un regalo de Dios.
Carlos Ávila dijo que, en América Latina, un estudio reflejó que en los años 90, el 80 por ciento de los presidentes y jefes de Estado, se confesaban católicos y haber sido formados en colegios católicos y sin embargo los casos de corrupción fueron enormes. Hay momentos en los que las decisiones del cómo actuar tienen que estar fuertemente convencidas de que o son para el bien común, o no deben hacerse. La conducta pública del cristiano trae consecuencias, la transmisión de la fe no solo debe ser para las familias sino también a quienes le rodean. Para que todos gocen de esa alegría de la fe.
Desafíos de los cristianos en América Latina
El diplomático dijo que la tarea de los cristianos en el continente de transmitir la fe, no es tarea fácil, porque las iglesias están llenas de mujeres, y no de hombres. Son ellas las que van con los niños a las iglesias. El papel del hombre en la transmisión de fe es mínima. “Expresar nuestra fe no es fácil. Hay vergüenza, queremos hacerlo sólo privadamente. La vida pública nos enfrenta a que los Estados declaran laicidad, somos un estado laico y aquí la Iglesia no puede meterse. No hay que tomar decisiones en base a la fe. Estamos enfrentados en nuestros países a una lluvia de ataques increíbles, leyes para abortar, leyes para matrimonios del mismo género, que los cristianos no comparten, pero los cristianos no estamos haciendo una guerra estamos diciendo el por qué no compartimos estas leyes.
Además recuerda que ante el concepto del preocuparse del prójimo, no se trata del próximo, del más cercano, esto sólo incita a preocuparse del cercano a nosotros y no al que se encuentra lejos de nosotros. Cuando el Santo Padre presenta la Encíclica Laudato Sí, nos habla de la Casa Común, de todos como creados, de cuidar del medio ambiente, del bien común. De manera que las decisiones que se tomen en la vida pública, dijo Carlos Ávila, tienen que estar enmarcadas fuertemente por principios de fe. Sobre la ecología, los proyectos se han hecho en base al dinero y no por el verdadero cuidado de la naturaleza, sin pensar en los beneficios del bien común. Es necesario dijo, ser recatequizados sobre qué significa el prójimo. Para poder leer la llave de la Laudato si, está en el entender el concepto del prójimo. Sólo pensando en el hermano se puede entender la encíclica.
El cristiano debe ser congruente con su fe día a día
Por último, el embajador dijo que en la cultura latinoamericana tenemos la costumbre de que cuando algo está mal siempre se encuentra quien lo hizo, no asumimos responsabilidades. “Se le da la culpa a la Iglesia, pero la Iglesia somos nosotros los cristianos. Las Iglesias están vacías por culpa de nosotros los cristianos. El Mea Culpa nos lleva a sentir que la Iglesia somos todos”.
“América Latina, como lo señaló el Papa es el continente de la esperanza, pero su juventud la estamos perdiendo, está sola y dirigiéndose por mal camino, no le estamos transmitiendo la fe. Le damos la responsabilidad de la juventud a las autoridades, pero la Iglesia puede jugar un papel importante. El cristiano puede transformar el medio en el que se encuentra. Un grano de arena a la vez”.
Fuente: Vatican News
