(ANS – Guajira) – Durante las vacaciones – escribirá Don Bosco en sus Memorias del Oratorio – “He continuado ocupándome de los muchachos. Los atraían mis narraciones, los juegos amenos, los cantos. Muchos, entre los mayores, no conocían la fe. Entre juegos y narraciones, les enseñaba el catecismo y las oraciones cristianas. Era una especie de oratorio”. Después de doscientos años la historia es casi idéntica. Los salesianos de Venezuela lograron hacer de los “Oratorios en Verano”, lugares donde el muchacho se sintiera acogido, amado, respetado y sobre todo: lugares donde se hable del Dios de la esperanza.
En la presencia Salesiana Misionera de la Guajira, tierra con temperaturas extremas y paisajes áridos, se realizó el “Oratorio en Vacaciones” (OVA). Se visitaron algunas casas con el deseo de brindar alegría y mucha esperanza en esta zona rural y culturalmente indígena, golpeada por la precariedad extrema y la violencia estructural.
La gente acogió la buena noticia de que Jesús vive entre nosotros; al tiempo que se dio apertura en la Capilla María Auxiliadora de Molinete a una hermosa celebración Eucarística, presidida por el P. José Vega SDB, y con la participación de 28 jóvenes animadores, un grupo de Salesianos Cooperadores y unos 200 niños y jóvenes.
Asumiendo como inspectoría “San Lucas” el reto de ser esperanza para el pueblo Venezolano, desanimado por tantas calamidades y situaciones de violencia; los Salesianos llenos de amor y de solidaridad siguen impulsando vida y esperanza, con el deseo de extender el reino de Dios entre los más pobres y necesitados. Durante el mes de agosto, tiempo de vacaciones se realizó entre los jóvenes y los niños los Oratorios en Vacaciones (OVA) que se desenvuelve con sacrificio y con la colaboración de muchas personas.
Al concluir toda esta semana festiva y llena de gozo, se celebraron la Eucaristía como acción de gracias por estas bellas experiencias. Los niños y jóvenes participantes dieron sus testimonios resaltando valores que aprendieron. Explicaron que “es importante compartir con los compañeros lo que se tiene; que es urgente ser solidarios unos con otros; que deben ser alegres y disfrutar entre amigos y compañeros la capacidad del perdón”. Esta experiencia fue un magnífico testimonio de entrega y contribución educativo, porque se ofreció a los participantes talleres de música, teatro, dibujo, deporte y baile, comentaron los participantes.
Durante los “Oratorios en Vacaciones” se constató la presencia de la Providencia, que como en tiempos de Don Bosco, “puso el pan en la mesa de los muchachos”. “Niños jóvenes y colaboradores agradecieron a Dios con cantos y sonrisas y con un compartir en una auténtica familia”.
Por: Meyber Espinoza, SDB, tirocinante