Los obispos de Colombia mediante un comunicado rechazaron la violencia contra líderes sociales: “Los obispos sentimos inmenso dolor, preocupación y rechazo al recibir, cada día, en lo recorrido de este 2020, noticias de asesinatos de líderes y de amenazas a las comunidades. Nos manifestamos solidarios con los sobrevivientes, los familiares y seres queridos de quienes han perdido la vida en esta oleada de violencia y muerte sin sentido”.
Valorar el aporte de los líderes sociales
En el comunicado, los obispos valoran “los esfuerzos de los líderes sociales que aportan a la construcción de una sociedad en la que se respete la dignidad humana y sus derechos”, e insisten en que “Corresponde a toda la sociedad reconocer y exaltar a quienes realizan esta misión sin más interés que el bien común. Exhortamos a no caer en la indiferencia y en el desconocimiento de las dramáticas situaciones que amenazan nuestra democracia”.
Solidarios con las familias y comunidades
Los obispos expresan su solidaridad con los sobrevivientes, familiares y comunidades: “Nos manifestamos solidarios con los sobrevivientes, los familiares y seres queridos de quienes han perdido la vida en esta oleada de violencia y muerte sin sentido. Aseguramos nuestra oración y cercanía a todas las diócesis y comunidades que han sido gravemente golpeadas por la violencia, especialmente a las de los departamentos del Chocó, Cauca, Valle del Cauca, Norte de Santander, Nariño y Arauca”.
Clamor por el respeto a la vida
En el comunicado los purpurados claman por el respeto a la vida, “que es sagrada y que es el valor primario y fundamental de las personas. Pedimos que todos, Gobierno y sociedad civil, hagamos cuanto sea necesario para evitar que sigan ocurriendo asesinatos, atentados y acciones violentas contra nuestros hermanos y hermanas. Debemos ser conscientes que esta situación fratricida termina por amenazar nuestra democracia y a todas nuestras instituciones”.
Necesidad de políticas públicas para proteger la vida
En este sentido, expresan: “Insistimos en la necesidad de poner en marcha una política pública nacional para enfrentar esta amenaza, que incluya acciones de protección, de respuesta oportuna a las alertas y de presencia eficaz de las instituciones del Estado en las comunidades más vulnerables”.
Portavoz de la ONU
La Organización de las Naciones Unidas también ha expresado su preocupación por la violencia mortal contra los líderes sociales. En el portal de la organización internacional, Marta Hurtado, portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, expresó: “Reiteramos nuestro llamado al Gobierno de Colombia para que lleve a cabo un esfuerzo enérgico con el fin de prevenir los ataques contra las personas que defienden los derechos fundamentales, para que se investiguen todos y cada uno de los casos y para enjuiciar a los responsables de estos hechos, incluidos los responsables de instigar, ayudar o incitar a su comisión. El círculo vicioso y endémico de violencia e impunidad debe detenerse. Las víctimas y sus familias tienen derecho a la justicia, la verdad y la reparación”.
Los asesinatos, 107 en 2019, según la ONU, tuvieron lugar en áreas rurales, casi todos ellos, alrededor del 98 por ciento, en municipios donde se llevan a cabo actividades ilícitas y operan grupos criminales o armados.
Además, el 86 por ciento tuvo lugar en zonas con tasas de pobreza por encima del promedio nacional. El grupo más afectado fue el de los defensores y defensoras de derechos humanos del ámbito comunitario y de grupos étnicos específicos, como los pueblos indígenas y los afrocolombianos.
Los asesinatos de mujeres defensoras de derechos humanos aumentaron en casi un 50 por ciento en 2019, en comparación con el año 2018.
Fuente: Vatican News