“#SeamosUno valió la pena, somos testigos que hicieron un gran bien en un momento de pandemia que es sumamente crítico y angustiante para millones de hermanos argentinos necesitados”. Así lo expresa Monseñor Carlos Tissera, Obispo de Quilmes y Presidente de Cáritas Argentina en una carta de agradecimiento dirigida a todos aquellos que participaron en el proyecto, a nombre también del millón de personas y familias que recibieron la ayuda en un momento de dificultad.
Enorme esfuerzo de preparación, armado y distribución
“Sabemos que fueron cientos de personas que hicieron un enorme esfuerzo en la preparación, armado y distribución de las cajas hacia los puntos barriales, y que otras tantas voluntarias ofrecieron silenciosamente incalculables cantidades de tiempo, capacidades, recursos y esfuerzos también en los grupos de Recaudación de Fondos, de Compras, de Infraestructura y Logística, de Cumplimiento, de Comunicaciones, de Coordinación, de Administración, de Comité Ejecutivo y del Consejo, entre otros”.
En su mensaje, Monseñor Tissera afirma que el impacto que las cajas tuvieron en cada familia y personas que las recibieron fue enorme. Y añade:
“Los miles de voluntarias y voluntarios de Cáritas guardan en el corazón infinidad de testimonios, rostros, palabras y sentimientos que la gente nos regaló en las entregas”
Luz a los argentinos para construir una nación para todos
De allí que, a su vez, como presidente de Cáritas pide a Dios que recompense y bendiga a casa uno de los que colaboraron con la campaña. “Que a los argentinos nos dé luz para construir una Nación para todos, un país que cuide el bien común y la dignidad de cada persona que vive aquí, y que brinde un futuro mejor a los millones de niños y niñas que lo merecen”, concluye la misiva.
#SeamosUno
#SeamosUno ha sido una de las innumerables iniciativas de ayuda durante la cuarentena por la pandemia de Covid-19. De hecho, está por concluir con la entrega de las últimas 150 mil cajas del millón que se había propuesto entregar como proyecto. #SeamosUno nace como una iniciativa privada articulada con el sector público, en la que participaron más de 200 instituciones, sociedades y empresas, junto a representantes de distintas religiones y fundaciones del país. El objetivo fue simple, hacer llegar alimentos y productos de higiene de primera necesidad a un millón de hogares en situación de vulnerabilidad ante la emergencia generada por la pandemia y los efectos de la cuarentena.
Fuente: Vatican News