El año pasado fue un resfriado el que le obligó a seguir los ejercicios espirituales desde el Vaticano, mientras los miembros de la Curia Romana los vivían en presencia en Ariccia. Esta vez, como sucede en todas las circunstancias, es el coronavirus el que afecta a los ritmos y costumbres, impidiendo en este caso que el Papa viva y comparta con sus colaboradores la tradicional cita espiritual al comienzo de la Cuaresma.
La Oficina de Prensa del Vaticano anunció esta mañana que debido a «la persistencia de la actual emergencia sanitaria, este año no será posible realizar los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana en la Casa Divino Maestro de Ariccia». Por esta razón, continúa la nota, el Papa Francisco ha «invitado a los Cardenales residentes en Roma, a los jefes de los Dicasterios y a los Superiores de la Curia Romana a hacer provisión personal, retirándose en oración, desde la tarde del domingo 21 al viernes 26 de febrero».
En la misma semana, el comunicado concluye, «todos los compromisos del Santo Padre serán suspendidos, incluyendo la Audiencia General del miércoles 24 de febrero».
Fuente: Vatican News