La terrible explosión que devastó Beirut el pasado 4 de agosto, puso de rodillas a la economía del país y a muchas familias, que perdieron sus hogares y sus pertenencias. La Oficina de Misión Salesiana “Missioni Don Bosco” de la ciudad de Turín se activó inmediatamente para dar apoyo a los salesianos locales y gracias a la ayuda de muchos bienhechores, pudo llevar un poco de serenidad y consuelo a 189 familias.
El Líbano, un país ya devastado por una compleja y larga crisis sociopolítica y económica, sucesivamente agravada por la pandemia de Covid-19, sufrió una enorme catástrofe. La explosión, probablemente causada por un incendio dentro de un depósito de nitrato de amonio abandonado en el puerto de Beirut, arrasó toda la zona circundante y destruyó la mayoría de los vecindarios adyacentes.
Durante los dos primeros días después de la explosión, el flujo de ambulancias fue constante, los hospitales de la capital entraron literalmente en crisis. El sistema sanitario, que ya no gozaba de buena salud, luchando perpetuamente con la falta de electricidad y de suministros médicos, se vio sometido a una mayor presión debido a la emergencia Covid-19 y obligado a enfrentar el desastre del 4 de agosto en la peor situación posible.
En este contexto, los salesianos del Líbano inmediatamente trabajaron para responder a las numerosas peticiones de ayuda. El plan de emergencia se centró principalmente en la distribución de insumos básicos, alimentos y medicinas, hospedaje, asistencia económica a un grupo de 189 familias cuyos hogares o actividades laborales han sufrido daños considerables, además del financiamiento de becas para niños y niñas.
El apoyo enviado por Misiones Don Bosco a la misión libanesa, gracias a las donaciones de los benefactores, tenía como objetivo dar una respuesta lo antes posible. Un plan de asistencia y ayuda, con el objetivo también de paliar y mitigar el impacto socioeconómico, el desconcierto y la agitación provocada por todo lo sucedido.
El proyecto de emergencia se subdividió en cinco categorías, con algunos hogares que recibieron más de una ayuda):
– apoyo financiero ofrecido a 43 familias sirias y 46 familias libanesas, que fue de $ 165 a $ 1.990, en función de cada caso y los daños a las viviendas;
– atención médica para 80 familias libanesas y 24 familias sirias;
– paquetes de alimentos distribuidos a 80 familias libanesas, 61 familias sirias y 34 familias iraquíes;
– hospedaje y comida para 24 familias sirias y 48 iraquíes, que fueron alojadas en la casa de Al-Housson.
– becas garantizadas a 41 estudiantes libaneses, niños y niñas de 14-18 años que asisten al “Instituto Técnico Don Bosco” en Al Fidar.
Para mejorar la situación del Líbano, todo esto ciertamente es poco. Pero para devolver la sonrisa a muchos niños, muchachos y muchachas y un poco de serenidad a muchos padres, la ayuda salesiana se ha revelado fundamental.
Fuente: Agenzia Info Salesiana