«El calendario del terror sigue flanqueando al litúrgico: es el amargo comentario del director de Ayuda a la Iglesia Necesitada Italia, Alessandro Monteduro, sobre el atentado suicida, presumiblemente de extremistas islámicos, ocurrido ayer en Indonesia, en la catedral del Sagrado Corazón de Jesús de Makassar, en la provincia indonesia de Sulawesi del Sur. El balance es de al menos 20 heridos. «Esperamos que las fuerzas policiales de las naciones en las que actúan estas formaciones extremistas islamistas refuercen las medidas de seguridad para garantizar que los fieles puedan participar con serenidad en las celebraciones de Semana Santa y Pascua», dijo Monteduro.
Un ataque que deshonra la dignidad
Según el jefe de la Policía Nacional, el general Listyo Sigit Prabowo, los dos presuntos terroristas pertenecían a la red Jamaah Ansharut Daulah (JAD), afiliada al autodenominado Estado Islámico y grupo terrorista responsable de atentados suicidas en la isla filipina de Joló en 2018. La JAD está acusada de varios atentados en Indonesia, incluidos ataques a iglesias. La archidiócesis de Makassar, a través de su vicario judicial, el padre Fransiskus Nipa, publicó un mensaje de vídeo en el que insta a los sacerdotes y a los fieles a «mantener la calma y la vigilancia» y a rezar. Ayuda a la Iglesia Necesitada ha recibido una declaración de la Comisión para Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos de la Conferencia Episcopal de Indonesia, firmada por monseñor Yohannes Harun Yuwono, obispo de Tanjungkarang, en la que se expresa la cercanía a los heridos y se especifica que «el atentado suicida no es motivo de preocupación sólo para los católicos, sino para toda la nación y el Estado indonesio». «Condenamos enérgicamente el atentado suicida que deshonra la dignidad humana, destruye los valores de la humanidad y se suma a la larga lista de eventos terroristas en la nación que amamos», afirma la Comisión Episcopal. Dirigiéndose luego a «todos los católicos y a toda la población», la Comisión llama a la calma y a evitar la provocación y el miedo. «Creemos firmemente que el gobierno, las fuerzas armadas indonesias y la policía nacional son capaces de abordar plenamente el caso y crear un entorno pacífico y seguro para la sociedad indonesia, en particular para los habitantes de Makassar», continúa la declaración de la Comisión. Esperamos que el atentado no dañe ni debilite las relaciones entre los fieles que tan intensamente se han construido, alimentado y desarrollado hasta ahora».
Fuente: Vatican News