Jorge Fernandes es un joven profesor nacido en Ribamar da Lourinhã en Portugal, entusiasmado con la idea de vivir nuevos retos y aventuras. Estudió Ingeniería informática y Gestión de proyectos. Después de 3 años de trabajar en la República Checa como desarrollador de software, decidió ir por un año a Luanda, Angola, como voluntario misionero salesiano. Realizó el camino de preparación y el envío misionero con la asociación salesiana checa SADBA. A su regreso de Angola, volvió a su ciudad natal donde trabaja como docente. A continuación, algunas de sus reflexiones sobre la experiencia vivida.
En su opinión, ¿qué sentido tiene ir un año como voluntario de Portugal a Angola?
Esta experiencia me permitió vivir de una manera completamente diferente. No sabía a dónde iba, qué iba a hacer, solo sabía que iba a trabajar sin recibir dinero. Quería entender el motivo por el que estoy en el mundo. Antes de ir allí, me dije a mí mismo que haría «lo que fuera necesario». Esto me llevó a pedir que me encargaran el trabajo más odiado de mi vida, administrar redes de computadoras, y mi año de misión fue INCREÍBLE. Entonces, yo diría, la razón para irse es poder vivir de una manera completamente diferente, abrirse a los demás, servir y descubrirse en profundidad.
¿Qué ha descubierto sobre Ud. mismo? ¿El voluntariado le ayuda en el trabajo de profesor hoy en día?
Descubrí un mundo nuevo. Vivía en uno de los barrios marginales más peligrosos de Angola. Conocí las dificultades, necesidades y alegrías de esas personas. Estuve en una escuela enseñando a los niños de la calle. Esto me hizo ver la vida desde una perspectiva completamente diferente. ¿Si esto me ayuda como profesor hoy? Yo diría, más. Siento como si pudiera entender que todos mis estudiantes tienen una historia de vida que debe tomarse en cuenta. Esa escuela no es solo un lugar para aprender cosas, sino para aprender a ser. Esta nueva perspectiva posterior a la misión me vuelve abierto sea hacia quienes me han sido confiados hoy en mi trabajo en Portugal, cuanto a quienes me encargaron cuando estuve en Angola como misionero.
¿Cómo fue vivir de cerca con los Salesianos? ¿Qué les sugerirías? ¿Consejos?
Durante mi estadía en Angola conocí muchas congregaciones y comprendí las muchas formas que existen para vivir y servir a Dios, a veces resulta extraño entender a los salesianos: parecen más bien adictos al trabajo. Al final, tuve un gran ejemplo de trabajo duro realizado para el bien de los necesitados, un gran ejemplo de pedagogía y amor por los jóvenes.
Bueno, no lo sé. Probablemente los Salesianos deban dedicar muchas energías a cuidarse a sí mismos, como lo hacen a los demás. Nadie puede hacer el bien sin cuidar a las personas más cercanas y cuidar a la comunidad es un deber. En segundo lugar, sería bueno incluir en la catequesis a otros santos ajenos a la familia salesiana. Es solo una sugerencia.
Fuente: Agenzia Info Salesiana