En el proceso de ‘siembra’ del documento de formación salesiana «Jóvenes salesianos y acompañamiento – Orientaciones y Pautas«, la atención se centra en este mes de abril en «El papel de la comunidad y de la misión» (del n. 140 al 151 del texto).
En el número 141 se lee: «Existe una relación recíproca entre acompañamiento espiritual y comunidad. Tenemos presente que por comunidad no entendemos sólo comunidad religiosa salesiana, sino también comunidad educativo-pastoral – y esto es especialmente significativo en la fase del tirocinio. Un buen camino de formación ayuda a ser siempre más abiertos a los otros y más disponibles al don de sí en el servicio. Es igualmente verdad que el ambiente de la comunidad tiene un gran impacto en el camino de cada miembro y en disposición a mejor el acompañamiento espiritual».
El octavo vídeo-semilla es precisamente una invitación a leer y compartir esta parte del documento. Se realizó con la ayuda de Christopher, Ignazio, Wellington, Enrico y Orazio, en cuarto, ahora capilla, donde Don Bosco escribió su Carta desde Roma del 10 de mayo de 1884.
De lo que él vio desde este cuarto en los patios de Valdocco y que lo hizo sufrir es que nace el: “¡No basta con amar! Deben darse cuenta de que son amados”. El modo salesiano de estar entre los jóvenes y con los que comparten la misma misión, acaba formando y sintonizando el corazón con lo que Don Bosco llevaba en el corazón.
Este es también el mensaje contundente que el Papa Francisco dirigió a los Salesianos durante el CG28: “No somos capacitados para la misión, sino que estamos formados en la misión, de la cual gira toda nuestra vida, con sus opciones y prioridades. La formación inicial y la permanente no puede ser una instancia previa, paralela o separada de la identidad y sensibilidad del discípulo. La misión inter gentes es nuestra mejor escuela: a partir de ella rezamos, reflexionamos, estudiamos, descansamos”.
La vídeo semilla finaliza con tres preguntas para estimular la reflexión y el intercambio dentro de las comunidades:
-¿Cómo se convierten en formación para mí y para nosotros las relaciones dentro de la comunidad salesiana, de la comunidad educativo pastoral y en el campo abierto donde interactuamos con los jóvenes?
-¿Cuánto es significativa la interacción con los laicos en la fase de formación que estoy viviendo?
-¿Qué valor damos a las experiencias pastorales y a su acompañamiento? ¿Se convierten en el «aprendizaje mediante la experiencia», que es el corazón de nuestra formación permanente?
Fuente: Agenzia Info Salesiana