Una Iglesia en camino debe implicar a todo el Pueblo de Dios, pero también a todas las realidades sociales, incluso a las más alejadas, para promover un diálogo constructivo dentro del proceso sinodal, que necesariamente deberá recoger las peticiones de todos. Así lo declaró a Vatican News monseñor Zbigņevs Stankevičs, arzobispo metropolitano de Riga, en Letonia, quien en estos días participa en los encuentros entre la Secretaría General del Sínodo y los obispos de todos los continentes.
– Excelencia, ¿cuáles son los puntos más destacados del debate de estos días?
En primer lugar, sabemos que el próximo 17 de octubre debemos abrir oficialmente el proceso sinodal en nuestras diócesis. En septiembre recibiremos de la Secretaría General del Sínodo unas preguntas que, según nos dijo el cardenal Grech, serán pocas, precisas y comprensibles.
No serán formuladas en lenguaje filosófico o teológico, sino más práctico y comprensible, popular. Estas cuestiones serán analizadas en nuestras diócesis y crearemos un equipo, en el que debe estar el obispo, al menos un sacerdote, una persona consagrada, una familia, un laico y un joven, porque este Sínodo quiere escuchar a toda la Iglesia. San Benito escribe en la Regla monástica que Dios puede hablar a menudo incluso a través del hermano más pequeño.
Volviendo al discurso de ayer, el cardenal Grech dijo que es importante escuchar también a los que no vienen a la iglesia, o a quienes no vienen a menudo. Y pensé que también sería útil escuchar a una persona totalmente seglar, que ni siquiera viene a la iglesia, incluso a un ateo, para saber cómo percibe a la Iglesia y cuáles son las razones que le llevan a no estar atento a nuestro mensaje. Creo que este camino sinodal planteará preguntas serias y será realmente una respuesta a la invitación del Concilio Vaticano II, donde está escrito que la tarea de la Iglesia, la tarea de los cristianos, es ante todo saber leer los signos de los tiempos y encontrar respuestas a partir del Evangelio.
– ¿Cómo enriquece este procedimiento al proceso sinodal?
Este proceso se desarrollará en tres etapas. Antes, normalmente nos enviaban las líneas guía y luego las iglesias locales encontraban sugerencias y respuestas para enviarlas a la Secretaría General del Sínodo, pero ahora habrá, digamos, momentos distintos: a nivel diocesano será un proceso que realmente implicará no sólo, por ejemplo, al obispo y a sus asesores. Ahora los temas tendrán que pasar por el pueblo de Dios. Este proceso se llevará a cabo en el cuerpo de la Iglesia a nivel de las diócesis, luego estará el nivel de las conferencias episcopales donde se volverá a poner todo junto para reformular y optimizar el material recogido. Luego, finalmente, el nivel continental y, la última etapa, el nivel de la Iglesia universal, en el que todos los prelados se reúnen en el Vaticano.
– Así que se trata de escuchar atentamente al pueblo de Dios…
Sí, demuestra que la Iglesia es realmente el pueblo de Dios. Los obispos y los sacerdotes son también el pueblo de Dios, con una función y una vocación particular, pero también ellos son el pueblo de Dios y debemos escucharlos.
Fuente: Vatican News