Los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano, a través de su presidente, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, hicieron llegar su solidaridad al episcopado cubano, tras los hechos recientes «que impactan la vida, la dignidad y la libertad de las personas», que expresaron su descontento en las calles ante el deterioro de la situación económica y social del país, la cual se ha visto agudizada por la pandemia.
Los prelados cubanos, en un comunicado del 12 de julio, manifestaron su preocupación por las respuestas a las protestas públicas de “miles de personas” que en ciudades y pueblos del país expresaron su malestar. “Nos preocupa – habían escrito los obispos – que las respuestas a esos reclamos sea el inmovilismo que contribuye a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos”. “No solo vemos que las situaciones se agravan, – observaron – sino, también que se camina hacia una rigidez y endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos”.
De ahí que “con profunda preocupación y sentimientos de fraternidad” el Celam se dirigiese a los hermanos obispos y al Pueblo de Dios que peregrina en Cuba para expresarles su cercanía y solidaridad:
“Como ustedes muy bien han expresado en su comunicado, “no podemos cerrar los ojos o entornar la mirada, como si nada estuviera sucediendo”; desde el Consejo Episcopal Latinoamericano nos unimos a su llamado para que la respuesta a los reclamos de la población no sea el inmovilismo que contribuya a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos, ni el endurecimiento de posiciones que pudieran dañar a todos. También hacemos nuestro el pensamiento del Papa Francisco que nos pide a todos escuchar los gritos de la población y solucionar los conflictos a través del diálogo”.
Así, el Consejo Episcopal que reúne a las 22 conferencias episcopales de América Latina y el Caribe, se une a los obispos de la isla para apelar firmemente a las instancias gubernamentales “la búsqueda de caminos de solución”, sabiendo que “ninguna acción violenta o agresiva” permitirá avanzar a los pueblos “por caminos de fraternidad, justicia y paz”.
“Les animamos a continuar sosteniendo la esperanza del pueblo cubano fortaleciendo, como lo vienen haciendo la salvaguarda del bien común”, concluye el Celam, asegurando su oración y cercanía y encomendando a todos, de manera muy especial, a la Virgen de la Caridad, Madre del pueblo cubano.
Fuente: Vatican News