Nunciaturas Apostólicas, Conferencias Episcopales, Congregaciones de hombres y mujeres de todo el mundo, sitios y canales especializados: estos son los principales destinatarios de la convocatoria para participar en el Premio Internacional «Francisco de Asís y Carlo Acutis para una Economía de la Fraternidad», para la edición de 2022. Así lo anunció la Diócesis de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, recordando que el premio cuenta con el apoyo de la Fundación Diocesana de Religión-Santuario della Spogliazione, establecida por la Iglesia local. El objetivo del Premio es «promover una renovación de la economía bajo la bandera de la fraternidad universal de todos los seres humanos, partiendo de la condición y los intereses de los más humildes y desfavorecidos, en la perspectiva evangélica de la paternidad única de Dios y su plan de amor para todos sus hijos».
Las inscripciones se cierran el 31 de octubre de 2021
El plazo del concurso finaliza el 31 de octubre de 2021 y, entre los proyectos candidatos, se dará prioridad a los iniciados y destinados a ser realizados por menores de 35 años. El ganador del Premio recibirá una cantidad en dinero de hasta 50.000 euros, un pañuelo en recuerdo del manto con el que el Obispo Guido cubrió al joven Francisco cuando realizó el acto de desnudarse, y una placa con las imágenes de San Francisco de Asís y del beato Carlo Acutis.
Promover la economía de la fraternidad
Hay que recordar que la primera edición del Premio -que lleva el nombre del Santo Poverello y del joven experto en Internet beatificado en octubre de 2010- se celebró el pasado mes de mayo y vio como ganador al Instituto Serafico de Asís. «Una elección simbólica», dijo en aquella ocasión el Obispo local, Monseñor Domenico Sorrentino, recordando no sólo el 150 aniversario de la fundación de la organización, sino sobre todo su vocación de asistencia a los niños con discapacidades graves y múltiples. «El Instituto Seráfico explica bien lo que es la economía de la fraternidad», añadió el Prelado, reiterando que el Premio nació precisamente «en nombre de una pobreza que se redime gracias a la ayuda derivada del compartir los recursos».
Fuente: Vatican News