Hoy 16 de junio, aniversario de la revuelta de Soweto, se conmemora la celebración de la Jornada del Niño Africano. Es una oportunidad para insistir en el trabajo de los Hijos de Don Bosco al lado de los jóvenes más desfavorecidos.
Sassi tiene 19 años y ha estado cuidando de su hermano pequeño Austin desde que murió su madre y les echaron de casa. Sassi y Austin han vivido en la calle, hacían trabajos ocasionales y pedían limosna. Hoy, viven en el centro de acogida salesiano de Ngangi, Goma, República Democrática del Congo, iniciaron un nuevo camino y ahora vuelven a sonreír.
Sassi y Austin pueden ser cualquiera de los millones de niños africanos que viven en las calles de las grandes ciudades de este continente. Niños que han sido abandonados o se han escapado de sus hogares o que tienen que deambular por las calles para ganarse algo de comida. Son niños sin futuro y sin infancia.
Más de 100 millones de niños en África no tienen acceso a la educación. Las Misiones Salesianas, están trabajando en la propuesta educativa, porque creen que la escuela es fundamental para el desarrollo de las personas y de los pueblos. Pero, igual de importante es el cariño y la protección de los más pequeños para que puedan tener una infancia feliz y ser protagonistas de su futuro. Los Salesianoshan realizado varios “foyers” o centros de acogida en los 41 países africanos en los que trabajan. Los niños encuentran allí el cariño y la protección que les falta. Se les da educación, alojamiento, atención sanitaria y alimentación.
Las Misiones Salesianas nacieron en el año 1875, cuando San Juan Bosco envió un grupo de diez misioneros a la Patagonia Argentina. Han pasado más de 135 años desde entonces, en los que más de 10.000 salesianos han sido enviados a países de misión. Hoy en día, la presencia alcanza a más de 130 países en los que se desarrollan proyectos a favor de la infancia más desfavorecida.