«Una luz se enciende en el Adviento y una luz nos prepara para celebrar la Navidad», P. Juan Pablo Alcas, Inspector
Padre Inspector, ¿cómo podemos seguir junto a Don Bosco luego de terminar el colegio? Mira Misaki, vas a escuchar el nombre salesiano por todo el mundo y cuando te recuerden la palabra salesiano tú vas a decir yo pisé una casa salesiana, yo soy salesiano, mi vida será siempre salesiana. Así que yo te invito a seguir pensando en Don Bosco y recordar que cuando uno es salesiano lo es para toda la vida.
Queridos hermanos y hermanas de la familia salesiana, queridos muchachos, estoy aquí con la promoción Miguel Magone del Colegio Salesiano Rosenthal de la Puente. Y quiero aquí mandarles un mensaje importante en este mes.
En primer lugar, estamos comenzando el Adviento, un tiempo de preparación, un tiempo especial en nuestra vida cristiana. Esperar el nacimiento de Jesús, pero sobre todo preparar nuestro camino de vida cristiana.
Una luz se enciende en el Adviento y una luz nos prepara para celebrar la Navidad que es el nacimiento del gran sol, la única y gran luz que es Jesús en nuestra vida.
En segundo lugar, quiero dirigirme a todas las promociones salesianas del Perú. Estos chicos representan y lo representan.
Quiero decirles que serán siempre salesianos, que serán siempre hijos de Don Bosco, que ésta seguirá siendo su casa.
Toda casa salesiana, cuando ustedes vayan en el mundo, los reconocerán como exalumnos, hijos de Don Bosco
Finalmente, quiero invitarlos a cerrar y clausurar el año bicentenario. El día 7 a las 7 de la noche tendremos una gran velada mariana en el patio del Instituto Salesiano. Al día siguiente, el 8, comenzaremos a las 7 de la mañana con la bicicleteada salesiana rumbo al Rima y cerraremos con la rifa de la Fundación Don Bosco. Que este tiempo, queridos hermanos, queridos muchachos, sea un tiempo de gracia para todos nosotros.
Recibamos a Jesús en nuestra vida, recibamos al Señor y preparemos el corazón con el Adviento.
Que tengan siempre a María en el corazón, a Jesús en su vida. ¡Y viva Don Bosco!
