“La ciudad en la montaña”, fue el tema conclusivo que abordó esta mañana el monje Bernardo Francesco Maria Gianni, Abad de San Miniato al Monte de Florencia, a quien el Pontífice le encomendó este año los Ejercicios Espirituales en preparación a la Pascua para él y la Curia Romana, y que comenzaron el pasado domingo por la tarde en la Casa del Divino Maestro de la cercana localidad de Ariccia.
Después de estos días de meditación y oración el Santo Padre regresó a la Ciudad del Vaticano, donde ya el Predicador de la Casa Pontificia, el Padre Raniero Cantalamessa, habrá ofrecido en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólica su primera predicación de Cuaresma, en esta ocasión sin la presencia del Papa.
Como suele hacer en estos casos, el Obispo de Roma dirigió unas palabras para manifestar su agradecimiento y satisfacción por este tiempo proficuo, sin olvidar su saludo a los demás monjes.
Memoria, esperanza y paciencia: el camino hacia el futuro
Quiero agradecerte, hermano Bernardo, tu ayuda en estos días. Me ha impresionado tu trabajo para hacernos entrar, como lo hizo el Verbo, en el ser humano; y para comprender que Dios siempre se hace presente en el ser humano. Lo hizo por primera vez en la encarnación del Verbo, pero también en las huellas que deja en el ser humano Él está presente. Como en la encarnación del Verbo – indivisa et inconfusa – pero está allí. Y nuestro trabajo tal vez sea seguir adelante.
Te agradezco mucho por este trabajo. Te agradezco que nos hayas hablado de la memoria: esta dimensión deuteronómica que olvidamos; que nos hayas hablado de la esperanza, del trabajo y de la paciencia, como indicándonos el camino para que tengamos esa memoria del futuro que siempre nos lleva adelante. ¡Gracias!
Y me hizo reír cuando dijiste que alguien, leyendo los títulos de las Meditaciones, tal vez no entendía lo que la Curia ha hecho. Tal vez contrataron a un guía turístico que los llevara a Florencia y a sus poetas…. Y también en la primera Meditación estaba un poco desorientado. Después comprendí el mensaje. Gracias.
He pensado mucho en un documento conciliar – la Gaudium et Spes – que quizás sea el documento que ha causado más resistencias, incluso hoy. Y en algún momento te vi así: como con el coraje de los Padres conciliares cuando firmaron aquel documento.
Te agradezco mucho. Ruega por nosotros que somos todos pecadores – todos, ¡eh! – pero queremos seguir adelante así, sirviendo al Señor. Muchas gracias y saluda a los monjes de mi parte y de la nuestra. ¡Gracias!
Fuente: Vatican News