GLASGOW (ACI/EWTN Noticias).- Tras renunciar a participar en el cónclave luego de conocerse la inconducta sexual del Cardenal Keith O´Brien; el Arzobispo de Glasgow (Escocia) y Administrador Apostólico de la arquidiócesis de San Andrés y Edinburgh, Mons. Philip Tartaglia, animó a la feligresía a «sobrellevar esta situación con paciencia, oración y esperanza».
Mons. Tartaglia, quien ahora asume la responsabilidad de la Arquidiócesis hasta que se nombre al nuevo Arzobispo, dijo en su homilía del 4 de marzo en la Catedral de San Andrés, que con esta afirmación «no hay duda que la credibilidad y la autoridad moral de la Iglesia Católica en Escocia ha padecido un duro golpe, y tendremos que lidiar con eso».
A pesar de que esta noticia supone un «momento triste para la Iglesia», el Arzobispo Tartaglia les dijo a los fieles que también habrá un «momento maravilloso de esperanza y alegría» con la elección de un nuevo Papa.
El Prelado exhortó a la comunidad a tener en cuenta que «no están solos como Iglesia» y les resaltó que “es una oportunidad para la Iglesia en Escocia en renovar la fe en Jesús”.
“De todo esto, nosotros sacaremos conclusiones y lecciones, y aprenderemos a confiar aún más plenamente en Jesucristo que es el Señor de la Iglesia”, expresó.
El Arzobispo subrayó que «estamos en comunión con la Iglesia en la historia. Estamos en comunión con los santos en el cielo. A través de esa comunión, vamos a sacar fuerzas de Jesucristo, en quien confiamos”.
También resaltó que los fieles “necesitan renovar nuestra fidelidad en Jesucristo y avanzar en nuestro servicio con humildad».
El 13 de noviembre de 2012, el Papa Emérito Benedicto XVI aceptó la renuncia del cardenal O’Brien «nunc pro tunc» (ahora – pero tenga efecto después) debido a que estaba próximo al cumpleaños setenta y cinco del Cardenal.
El Cardenal O’Brien renunció a participar del cónclave luego que tres sacerdotes y un ex clérigo lo acusaran de de inconducta sexual.
En declaraciones recientes a un canal de televisión, el Cardenal O’Brien admitió que “ha habido momentos en que mi conducta sexual ha caído por debajo de los estándares que se esperan de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal” y pidió disculpas a los que ofendió, así como a la Iglesia Católica y el pueblo de Escocia.