Con broche de oro, el Año Jubilar por el centenario de la Basílica de María Auxiliadora de Lima culminó con la Eucaristía de clausura, presidida por Mons. Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, acompañado por Nuncio Apostólico en el Perú, Nicola Girasoli y los Obispos Auxiliares de Lima, Guillermo Cornejo y Guillermo Elías; además de algunos Salesianos de Don Bosco.
La misa se llevó a cabo, de manera virtual y presencial, la mañana del domingo 01 de agosto en el Templo Mariano, en medio de un ambiente de alegría y gratitud a la Congregación Salesiana. Estuvieron presentes las Hijas de María Auxiliadora y diversas autoridades eclesiásticas y civiles.
“Desde su inauguración, esta Basílica se ha dedicado a hacer honor a su condición de ofrenda patriótica. A lo largo de un siglo ha acogido en su interior obras maestras de arte religioso que sintetizan y expresan la fe del pueblo del Perú. Además, la Basílica ha sido y es un centro de comunión y misión, de irradiación de la vida cristiana y mariana”, expresó con alegría el p. Manuel Cayo, Inspector Provincial, en su discurso de bienvenida.
Por su parte, Mons. Castillo dedicó palabras de gratitud como un gesto fraterno a la labor pastoral y educativa de la Congregación. “Gracias hermanos salesianos y salesianas por haber hecho esta obra que es un signo de amistad tremendo y precioso. Muchas generaciones se han formado en vuestras obras de servicio y hemos podido tener experiencias bellísimas de personas que nos han asistido y nos han acompañado, como Don Bosco y Santo Domingo Savio, quienes acompañaron a los pobres y a los jóvenes de Turín”.
Entre cantos y oración culminaron las celebraciones por los 100 años de inauguración de la Basílica de María Auxiliadora, un siglo de arte y tradición.