Los primeros 100 números, editados a lo largo de sus primeros 20 años de existencia (1964-1984), atraviesan las eras de tres Rectores Mayor o Sucesores de Don Bosco (Don Renato Ziggiotti, 1952-1965; Don Luis Ricceri, 1965-1977; y Don Egidio Viganó, 1977-1995) y de cuatro Inspectores Salesianos del Perú (Padre Carlos Cordero, 1963-1969; Padre Emilio Vallebuona, 1969-1975; Padre Jorge Sosa, 1975-1980; y Padre José Ramón Gurruchaga, 1980-1986). En sus páginas se registra la actividad de los Salesianos y sus obras a nivel nacional, así como de las Hijas de María Auxiliadora y los distintos entes de la Familia Salesiana, en un periodo de grandes cambios. A nivel eclesiástico, es la época del Concilio Vaticano II (1962-1965) que estableció importantes reformas para la vida de la Iglesia y de sus distintas entidades, entre ellas la Congregación Salesiana y el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, que tuvieron que adaptar sus constituciones y efectuar diversos cambios en los lustros siguientes.
A nivel inspectorial, es el tiempo inmediatamente posterior a la separación de las casas salesianas de Bolivia de la Inspectoría Santa Rosa de Lima con sede en Breña, que dejó de ser binacional en 1963. Un proceso similar fue vivido por las Hijas de María Auxiliadora en 1973. A nivel social y político, es un periodo convulso, marcado por el fin del orden oligárquico, las reformas del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, la crisis económica de los setentas y ochentas, y el inicio del accionar terrorista de Sendero Luminoso y el MRTA. En estos años, la Iglesia local vive bajo el prolongado gobierno episcopal del cardenal Juan Landázuri Ricketts, Arzobispo de Lima y Primado del Perú (1954-1989). El Boletín Salesiano del Perú sigue la tradición iniciada por Don Bosco en 1877 con la creación del “Bollettino Salesiano” en Turín, continuada por las ediciones francesa (1879), española (1886), alemana (1895), portuguesa (1902), belga (1914) y argentina (1924), entre muchas otras ediciones nacionales posteriores.