Relanzamiento de la agricultura rural y apoyo a las pequeñas empresas: con estos objetivos, Cáritas de la República Checa, junto con la Conferencia Episcopal local, ha puesto en marcha un proyecto de solidaridad para Irak, en particular para el distrito cristiano de Hamdaniya, en el norte del país, duramente afectado por la violencia del denominado «Estado islámico».
En esta región, la vida está tratando lentamente de volver a la normalidad, pero todavía hay muchas dificultades. «La situación de muchos iraquíes sigue siendo grave, especialmente en el norte del país, de donde la población huyó antes de la guerra -se lee en una nota-. Los años de conflicto en la zona han dejado casas destruidas, infraestructura disfuncional y tierras agrícolas degradadas. Las personas que regresan gradualmente a casa después de los combates a menudo lo han perdido todo». Por lo tanto, desde el año pasado, Caritas República Checa ya se ha centrado en «reconstruir casas para familias vulnerables, restablecer los medios de vida e iniciar nuevas actividades».
Concretamente, el proyecto se divide en dos áreas: la primera se refiere al sector agrícola y consiste en la construcción de 25 nuevos invernaderos para el cultivo de semillas, lo que ha sido posible gracias a la distribución de plantas, fertilizantes y herramientas adecuadas. Además, en cooperación con el gobierno local, Cáritas «ayudará a la población a encontrar tierras aptas para la agricultura y proporcionará los conocimientos técnicos necesarios para que la producción sea lo más eficaz posible».
La segunda área de intervención, en cambio, está dedicada a las pequeñas empresas urbanas que, gracias a Cáritas, podrán solicitar una pequeña subvención para iniciar sus actividades. Se prevé también la participación en cursos de capacitación sobre comercio y finanzas. «Caritas – continúa la nota – ayudará a treinta empresas que podrán contratar a nuevos empleados de la comunidad local y a treinta pequeños empresarios que iniciarán su negocio gracias a una financiación». De esta manera, casi 600 personas podrán «volver a casa después de la guerra» y «la vida en Irak volverá lentamente a la normalidad».
Fuente: Vatican News