Desde el 7 de octubre, fuertes vientos, lluvias e inundaciones comenzaron a azotar a 10 provincias centrales del país. Al menos 36 personas murieron, 12 están desaparecidas y decenas de miles han sido evacuadas de sus hogares. Como informa UCA News, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres de Vietnam dijo que más de 131.500 casas fueron destruidas o quedaron inundadas por el agua, 8.000 hectáreas de cultivos y piscifactorías dañadas y 156.000 cabezas de ganado y aves de corral murieron.
En este escenario, Caritas Vietnam está tratando de llevar su ayuda a los que han perdido a sus seres queridos y sus propiedades después de las inundaciones. El obispo Thomas Vu Dinh Hieu, responsable de Caritas Vietnam, y el arzobispo Joseph Nguyen Chi Linh, presidente de la Conferencia Episcopal, han invitado a los católicos vietnamitas de todo el mundo a rezar y enviar donaciones a los que lo han perdido todo para ayudarles a superar las dificultades.
«Con espíritu solidario, queremos compartir con ustedes el dolor de sus pérdidas y rezar al Dios de la Misericordia para que acoja a los muertos y consuele a los que han perdido a sus queridos familiares», dijeron los prelados en un mensaje publicado el 12 de octubre.
El Centro Nacional de Previsión Hidrometeorológica prevé que la situación empeorará durante la semana con la llegada de otra tormenta tropical, Nangka, que traerá nuevas lluvias torrenciales a estas zonas. Nangka será la séptima tormenta que golpea al país en el sudeste asiático este año.
Fuente: Vatican News