(ANS – Hong Kong) – Recibir y transmitir una herencia espiritual. Este fue el sentido del encuentro de los directores y administradores de las escuelas salesianas de Hong Kong y Macao. El evento sirvió para involucrar a los salesianos y laicos en una especie de «Campo Espiritual» centrado en particular sobre la formación de los laicos para la transmisión del carisma salesiano.
El campamento, desarrollada los días 9 y 10 de mayo, se articuló a través de diversas actividades que mostraban cómo acoger ese legado no es una tarea fácil. Los participantes estuvieron todos muy atentos e comprometidos, conscientes de que para ser válidos dirigentes de las escuelas salesianas es necesario tener una comprensión exacta de la experiencia espiritual de Don Bosco, valorar la forma de transmitirla a los profesores y a los estudiantes y considerar la forma y lo que pueden asimilar en el tiempo.
Partiendo de una reflexión sobre el Evangelio del Buen Pastor («Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia», Juan 10:10) los participantes han entendido cómo ellos también están llamados a participar con dedicación por el bien de sus estudiantes, enseñándoles no solo las diversas disciplinas, sino también los valores religiosos, esforzándose de llevarlos al encuentro con Jesús.
En un momento de compartir una directora dijo que aunque llegó sola para representar a su escuela, no se ha sentido sola, porque percibía en torno a la Familia Salesiana. Otros señalaron que su compromiso lo viven como una misión y una gracia de Dios, y no como un trabajo. Otro dijo que casi había perdido la alegría de estar cerca de Jesús y que había renovado el compromiso de transmitir esta alegría en su escuela. Y por su parte, otro resumió las diversas reflexiones citando lo que dijo una vez un sacerdote salesiano, y es que la educación en las escuelas, con la avanzada edad para muchos religiosos, se convertiría cada vez más en campo de acción de los laicos comprometidos.
Al final de las jornadas los presentes han aferrado la herencia espiritual que les ha sido confiada y la necesidad de que también ellos deben transmitirla a sus semejantes.