La obra salesiana «Ciudad Don Bosco» en Medellín, Colombia, recibe y acompaña cada año a cientos de menores en un itinerario educativo integral de la persona, fuertemente orientado a la sustentabilidad ambiental y al respeto de la Casa Común.
La comunidad salesiana que gestiona la obra concentra su servicio en cinco sectores: escuela, iniciación al trabajo, parroquia, empresa productora y actividades de protección, especialmente hacia los niños de la calle.
La obra también se empeña en una destacada labor de prevención en los barrios de Medellín, para la escolarización de los menores que trabajan en las minas de Amagá, en el sur de la ciudad, y en las actividades de reintegración de los ex niños soldados que fueron reclutados en los movimientos armados. A ellos va dirigido el programa «Casa de protección especializada», en el que participan un nutrido grupo de profesionales, más de la mitad de ellos, ex niños de la calle que ahora quieren ayudar a los niños y jóvenes de hoy a tener mejores oportunidades para su futuro.
Al finalizar los estudios, Ciudad Don Bosco ofrece a estos jóvenes vías de reinserción en el mundo laboral y en particular, en los sectores de mecánica, ingeniería eléctrica, moda, cocina, logística, contabilidad y marketing.
También dos grandes empresas, apoyadas en un 55% por el gobierno colombiano, forman parte de las obras que gestiona la comunidad salesiana: una se ocupa de la litografía y el diseño gráfico, mientras que la otra trabaja en el sector de la metalurgia.
La comunidad que dirige «Ciudad Don Bosco» ha optado por abrazar los valores de cuidado de la Casa Común contenidos en ‘Laudato Si’. “Gracias a la ayuda del gobierno, en la tierra comunitaria hemos cultivado papa, tomate, frijol y sembrado 6.500 árboles, con lo que hemos reducido del 25% las emisiones de gases de efecto invernadero. También hemos activado proyectos encaminados a mejorar la cuenca hidrográfica y microcuencas de agua esparcidas por la sierra, instalamos una planta de tratamiento de agua, e invertimos en accesorios sanitarios y otros materiales que nos permitan ahorrar y reducir el consumo de agua”, explicó Juan Pablo Sandoval, Coordinador de los proyectos de desarrollo institucional Ciudad Don Bosco.
Además, a través de unos pequeños huertos, la obra proporciona los víveres necesarios para poder alimentar a más de 300 jóvenes cada día. También se ha desarrollado un proyecto para calentar agua mediante paneles solares, lo que permite una reducción sustancial del consumo energético.
“En Ciudad Don Bosco – explica Robinson Àlvarez, coordinador de gestión ambiental de Ciudad Don Bosco – hemos desarrollado alianzas con órganos de control que nos ayudan a promover una cultura ecológica con nuestros niños y adolescentes, orientada al cuidado y protección de nuestro patrimonio ambiental. Hemos realizado muchas acciones concretas, campañas por el cuidado del agua, el uso eficiente de los recursos naturales, la protección de nuestra fauna y flora, la recolección selectiva de residuos. De esta forma hemos puesto en marcha un centro de investigación en beneficio de nuestros jóvenes y hemos permitido la creación de un núcleo ecológico”.
Escribe Cristina Noaptes
Fuente: Agenzia Info Salesiana