Las actividades litúrgicas por Semana Santa se desarrollaron en el Santuario de María Auxiliadora con la participación de cientos de feligreses que participaron con intensa devoción cada uno de los momentos preparados por el equipo litúrgico de ADMA y los padres salesianos.
Doce jóvenes piuranos fueron los escogidos para el lavado de pies en la ceremonia del Jueves Santo, que fue presidida por el P. Pedro Da Silva sdb. Durante su homilía, recordó a los presentes que el Jueves Santo perpetúa grandes misterios del amor de Jesús por nosotros como la institución de los sacramentos del Sacerdocio y de la Eucaristía, y el mandamiento del amor fraterno: “El Señor Jesús nos ama tanto, que el día previo a su entrega nos dejó tres regalos. El primero: el sacerdocio ministerial por medio del cual sus sacerdotes como otros “Cristos”, guían y alimentan al Pueblo de Dios con su Palabra y con los sacramentos. El segundo: la Eucaristía, sacramento memorial de su sacrificio en la Cruz, donde Él está realmente presente en su cuerpo quebrado y en su sangre derramada. Y finalmente el mandamiento del amor fraterno simbolizado en el lavatorio de los pies”
Las actividades litúrgicas del Viernes Santo se iniciaron a las 5:00 pm en el Santuario de María Auxiliadora con la celebración de la Pasión del Señor, la Oración Universal, la Adoración de la Santa Cruz y la Comunión; y fueron presididas por el P. Pedro Da Silva sdb. Durante su homilía, el P. Pedro reflexionó: “Hoy nuestra mirada de fe se dirige a la Cruz y en ella a Jesús crucificado. En la liturgia de este día, la cruz es anunciada, invocada, adorada y comulgada. Jesús en la Cruz ha vencido al pecado, a la muerte y al mal. Por eso para nosotros la Cruz no es signo de derrota sino de victoria. El amor ha triunfado. Hoy debemos mirar el crucifijo con fe y amor, besar las llagas de Jesús y decir con confianza: «por mí y por mis pecados ha muerto el Señor. Él me ha amado hasta el extremo». Por eso en estos momentos difíciles y de dolor, la Cruz de Cristo es nuestra única esperanza porque en ella encontramos el amor infinito de Jesús por cada uno de nosotros que nos abraza y nos consuela, nos fortalece y nos levanta”. Posteriormente, cientos de feligreses participaron del recorrido de las catorce estaciones del Camino de la Cruz de Viernes Santo desarrollado en el patio del antiguo Colegio Salesiano junto al Santuario de María Auxiliadora.
El Sábado de Gloria se celebró la Vigilia Pascual con la liturgia de la Luz, la liturgia de la Palabra y la liturgia Eucarística desde las 9:00 pm con cientos de feligreses portando sus cirios y que fue presidido por el P. Ángel Carbajal sdb. La ceremonia se inició con el encendido de la fogata y la bendición de la luz en el patio del Antiguo Colegio, para posteriormente ingresar al Santuario y continuar con los ritos litúrgicos. En su homilía, el P. Ángel exhortó a no celebrar la Pascua por tradición, una más en nuestra vida. “Nos hemos preparado durante cuarenta días y Jesús ha resucitado regalándonos una nueva vida para cada uno de nosotros, nos ha dejado el verdadero camino del Padre: la vida eterna. ¿Cuántas Pascuas hemos vivido? Hoy nuestro corazón debería vibrar por el gozo de Jesús resucitado y deberíamos compartir esta alegría. Creer en el Resucitado significa que cada uno debe luchar cada día por vencer el pecado, las dificultades que nos presenta la vida. Mostremos una sonrisa porque Jesús nos ama”
Informó: Alexander Guerrero, Comunicador Salesiano de Piura