(ANS – Seúl)– La visita del Papa Francisco en Corea terminó ayer. Como consideración sintética en ella, presentamos una reflexión del salesiano coadjutor Sig. Hilario Seo, Delegado de Comunicación Social.
«No puede haber un diálogo auténtico si no somos capaces de abrir la mente y el corazón, con empatía y sincera acogida hacia aquellos a los que hablamos», así dijo el Papa a los obispos asiáticos que participaban en el Asian Youth Day,el 17 de agostoen el santuario de Haemi.
Luego, con su persona y su forma de actuar, más que con palabras, se mostró verdadero modelo de comunicación.
- Comunicar esentrar en contacto real con las personas
No es algo nuevo ver que el Papa abraza a las personas con discapacidades o a niños. El Papa Francesco revela una genialidad propia. Había en el salón, donde estaban reunidos los niños abandonados de Kkottongnae, un niño de dos o tres años, con daño cerebral, que continuaba chupándose los dedos. El Papa se acercó y le miró fijamente para saludarlo. Luego, en la sorpresa general, lo levantó y puso su dedo en la boca del bebé y se quedó mirando al niño con dulzura; el niño, tranquilo chupaba el dedo del Papa. En ese momento, los ojos del niño se encontraron con los del verdadero Papa. Y lo demostró con una sonrisa de ángel.
- Comunicar esdiálogo, no monólogo
«¿Quieren sentir todo este largo discurso? o ¿prefieren hacerme preguntas dejándome simplemente decir alguna palabra?» La exclamación unánime de los estudiantes llenó el auditorio: «¡Escucha nuestras palabras, por favor!» Yo estaba en el escenario, así que podía ver lo que la gente no podía. El Papa anotaba las preguntas de los jóvenes, pero luego respondía en Inglés y en Italiano, siempre improvisando. Claramente quería un diálogo que pasara de corazón a corazón, no seguir un texto escrito con antelación.
El diálogo auténtico requiere una gran capacidad de empatía. El reto es justo no limitarnos a escuchar las palabras que otros pronuncian, sino de captar la comunicación no dicha de sus experiencias, esperanzas y aspiraciones, de sus dificultades y de los que más valoran. El Papa nos enseña que nuestra comunicación requiere apertura de la mente y del corazón para aceptar individuos y culturas.
- Comunicar esconstruir el reino de Dios
«En este espíritu de apertura a los demás, espero firmemente que los países del continente con los cuales la Santa Sede aún no tiene un relación plena, no duden en iniciar un diálogo para el beneficio de todos». El Papa no calla ni tiene miedo de abordar los problemas que impiden la verdadera libertad de la Iglesia. Lo que dice a los obispos de Asia es una propuesta por un diálogo abierto con los países de la zona que aún no tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, como China, Corea del Norte, Vietnam, Myanmar, Laos, Brunei etc.
El Arzobispo Savio Hon, SDB, Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en una conferencia preparatoria de la visita apostólica del Papa en la Casa Inspectorial de Seúl dijo que cientos de jóvenes no pudieron asistir en el encuentro porque fueron bloqueados por el gobierno de su país.
- Comunicar esseguir el ejemplo de Cristo
El diálogo entre Dios y los hombres fue una persona de carne y hueso, que vivía en medio de los hombres, probando alegrías y sufrimientos. Solo si se encarna verdaderamente, de corazón a corazón con ellos, los hombres pueden de nuevo sentir la voz de Dios. Esto es lo que el Papa Francisco nos ha enseñado en su viaje apostólico a Corea en el 2014.