Con una masiva participación se llevó a cabo la “Marcha por la Vida 2016” en Cusco, manifestación pacífica, donde niños, jóvenes y adultos, le dieron gracias a Dios por la vida, rechazando todo aquello que atenta la vida y la familia. Esta marcha, convocada por la Iglesia Católica en el Perú y el mundo, en Cusco congregó a más de 50,000 personas, quienes encabezados por Mons. Fredi Aparicio Quispe, Vicario General de la Arquidiócesis del Cusco y las principales autoridades de la región iniciaron su caminata, desde Av. Camino Real hasta la Plaza de Armas.
Esta marcha por la defensa de la vida y la dignidad humana, tuvo como objetivo fundamental proclamar y defender públicamente el derecho a la vida de todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural, sin importar la raza, credo, sexo, condición social, política, cultural y económica.
En esta gran movilización, participaron instituciones públicas, privadas, parroquias, grupos juveniles, movimientos de laicos e instituciones educativas de la Región; también estuvo presente un pequeño grupo de simpatizantes del movimiento LGBT. Si bien se generaron algunas dificultades con su presencia, la Iglesia Católica recuerda que también ellos son hijos de Dios y que la comunidad cristiana siempre tendrá los brazos abiertos para ellos.
Ya en la Plaza de Armas, punto de concentración final de esta movilización, Mons. Fredi Aparicio Quispe, Vicario General de la Arquidiócesis del Cusco, dio lectura al mensaje de Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, quien por motivos pastorales se encuentra fuera del nuestra ciudad, durante su lectura dijo: “que unidos como Pueblo de Dios se realizó esta Marcha en defensa de la vida como manifestación pública y pacífica para hacer un llamado a la sociedad cusqueña a valorar, respetar, defender y promover la vida humana, desde su inicio en la concepción, su desarrollo en la familia, en la ancianidad y en la sociedad. Señaló que toda vida humana es bella, independiente de su causa o circunstancia, de por sí bella porque es un don de Dios, un don que lo confía en manos de la familia y la sociedad”
Luego de escuchar el mensaje del Arzobispo del Cusco, con ocasión de la Marcha por la vida 2016, todos los presentes entonaron el Himno por la Marcha, y avivaron su compromiso de generar una sociedad más humana y cristiana, que respete el don de la vida humana, especialmente de los indefensos, siendo nosotros la voz de los sin voz.
Fuente: Arzobispado del Cusco
