RV.- Difundir la llama de la fe, que encendió Jesús, en Dios que es Padre, Amor, Misericordia, fue la exhortación del Papa Francisco. Con su profundo agradecimiento a los que rezan y ayudan la obra misionera, en particular, la solicitud del Obispo de Roma para impulsar la difusión del Evangelio, recordó la Jornada Misionera Mundial y alentó a estar cerca de todos los misioneros y las misioneras, que trabajan tanto sin hacer ruido y que dan su vida, como hace unos días sucedió en Nigeria, con el asesinato de la italiana Afra Martinelli. El Santo Padre invitó a aplaudir a esta hermana nuestra, a los numerosos peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, que respondieron en seguida con un gran aplauso…
¡Queridos hermanos y hermanas!
Hoy es la Jornada Misionera Mundial. ¿Cuál es la misión de la Iglesia? Difundir en todo el mundo la llama de la fe, que Jesús ha encendido en el mundo: la fe en Dios que es Padre, Amor, Misericordia. El método de la misión cristiana no es el hacer proselitismo, sino el compartir la llama que calienta el alma. Agradezco a todos aquellos que, a través de la oración y de la ayuda concreta sostienen la obra misionera, en particular, la solicitud del Obispo de Roma para impulsar la difusión del Evangelio. En esta Jornada estemos cerca de todos los misioneros y las misioneras, que trabajan tanto sin hacer ruido y que dan su vida. Como la italiana Afra Martinelli, que ha trabajado durante muchos años en Nigeria: hace unos días ha sido asesinada, por robo. Todos han llorado, cristianos y musulmanes ¡era muy querida! Ella ha anunciado el Evangelio con su vida, con la obra que ha realizado, un centro de educación. Y de este modo ha difundido la llama de la fe, ¡ha combatido la buena batalla! ¡Pensemos en esta hermana nuestra y saludémosla con un aplauso todos juntos!