(ANS – Macas) – La Casa de la Juventud de Macas fue sede de un evento que no sucede con mucha frecuencia, pues los misioneros salesianos andinos y amazónicos se reunieron en un solo lugar para compartir un espacio fraterno, de formación y reflexión de la praxis misionera. El encuentro se desarrolló del 13 al 15 de mayo de 2019.
El P. Wladimir Acosta, delegado para la Pastoral Juvenil Salesiana, fue el responsable del evento que inició el día lunes con la Lectio Divina y un conversatorio con el P. Francisco Sánchez, Inspector, quien luego fue el encargado de cerrar la primera jornada con las Vísperas y la celebración de la Eucaristía. También se contó con la presencia de Mons. Néstor Montesdeoca, Obispo del Vicariato Apostólico de Méndez.
El martes se hizo un análisis de la situación de los jóvenes indígenas con Gabriela Bernal, docente de la Universidad Central del Ecuador, quien lleva investigando algunos años sobre esta realidad. Ella mencionó que el mundo cambió sustancialmente en las últimas décadas y que estas transformaciones han incidido directamente en la configuración de lo que son los jóvenes indígenas.
“En estos cambios, el primer elemento está relacionado con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que llegan hasta los lugares más alejados, y, en segundo lugar, las redes de comunicación que durante la última década se ampliaron, como la construcción de carreteras y caminos, lo cual acortó la distancia entre lo rural y lo urbano”, indica la docente Bernal añadiendo que en esta nueva dinámica los jóvenes viven y sienten de otra manera.
Ante estos nuevos escenarios, afirma que el desafío más grande para los salesianos misioneros es no abandonar su labor pastoral en el sector rural y perder el miedo a lo urbano, pues lo jóvenes indígenas están en un transitar constante de lo rural a lo urbano y viceversa, ya sea por temas familiares, de estudio o de otra índole.
“Es importante para los salesianos pensar líneas pastorales para acompañar a los jóvenes en estos dos ámbitos; ampliar la mirada para comprender que los chicos que están en lo rural van a conectarse necesariamente con el mundo urbano, pero que también los jóvenes indígenas que están en la ciudad guardan su vinculación con el campo como un núcleo profundo para seguir sintiéndose indígena”, finalizó Bernal.
Tras su alocución, el P. Wladimir Acosta abordó la temática: “Itinerancia: realidades y desafíos” y en grupos de trabajo se reflexionaron los elementos planteados para buscar nuevas propuestas en este ámbito del trabajo pastoral.
