Françoise, Esperançe, Anastas, son sólo algunas entre las tantas beneficiadas de los 43 grupos AVEC (Association Villageoise d’Epargne et Crédit, Asociación local de Ahorro y Crédito) acompañadas por el Centro Don Bosco de Bukavu. Gracias a esta institución, numerosas mujeres – el 90 por ciento de los miembros de los grupos – logran tener apoyo en caso de eventos gozosos (matrimonio o nacimiento) o funestos (luto, accidente o enfermedad); y gracias al micro-crédito los grupos AVEC promueven la solidaridad, enseñan a gestionar el dinero y el ahorro, dan la posibilidad de solicitar un préstamo para poner en marcha una pequeña actividad.
Desde el inicio de la pandemia la realidad cotidiana de millones de personas en la República Democrática del Congo fue empeorando y muchas mujeres miembros de los grupos AVEC no lograron pagar las cuotas que sirven para el buen funcionamiento de la Caja de Ahorro y Crédito. “Por este motivo las asistentes sociales Nicole y Gisèle han distribuido ayudas para la puesta en marcha, del importe de 50 a 150 dólares aproximadamente, a más de 120 mamás muy pobres que no lograban iniciar una pequeña actividad generadora de rédito y a participar plenamente en el grupo AVEC” señala el padre Piero Gavioli, salesiano misionero y director del “Centro Don Bosco” de Bukavu.
Los testimonios presentados aquí dan una idea de las ventajas de esta forma creativa de caridad – que hace desarrollar los talentos individuales de las personas ayudadas – así como las dificultades encontradas.
FRANÇOISE ha recibido la suma de 80 dólares para potenciar su pequeña actividad de venta de insumos y zapatos.
Su negocio progresa y ayuda a responder a las necesidades de su familia. Visto que con la pandemia los insumos provenientes de Ruanda se han vuelto difíciles, ha iniciado a vender lencería. Es socia del grupo “AVEC Tuamke” de Camp TV, y está muy agradecida a los salesianos por la ayuda que ha recibido.
ESPERANÇE y su marido son socios del mismo grupo AVEC. Han recibido un apoyo de 150 dólares que les ha permitido relanzar su actividad. El marido ha reforzado su pequeña venta de cigarrillos y artículos varios en el gran mercado de Kaduto y la esposa ha iniciado a vender un tipo particular de bananas en el mercado de Muhanzi. La cuarentena por la pandemia ha interrumpido un poco sus actividades pero ahora retomaron con serenidad.
ANASTASIE es la presidenta de su grupo AVEC. Ha recibido de su grupo una máquina de coser del valor de 120 dólares. Antes, ellas se turnaban para usar tres viejas máquinas, mientras hoy tienen la oportunidad de usar máquinas buenas y coser vestidos que venden para sobrevivir.
“Las mamás coraje agradecen al Centro Don Bosco por la ayuda recibida. Su agradecimiento va especialmente a las personas que nos dan los medios para ayudarlas. ¡Que el Señor – concluye el padre Gavioli – los bendiga.
Fuente: Agenzia Info Salesiana