El Perú te quiere, P. Hugo. ¡Gracias por tu visita!
Luego de casi dos meses en el Perú, la visita del padre Hugo Orozco está llegando a su fin. Desde el inicio de su recorrido por las obras salesianas, el Consejero para la Región Interamérica se caracterizó por sus gestos de cercanía y afecto. Los jóvenes, sus hermanos salesianos y miembros de toda la Familia Salesiana lo recibían con entusiasmo, el mismo que él supo transmitir en cada encuentro.
Al final del mes de septiembre la Comunidad Salesiana de Pucallpa vivió una jornada de alegría, fe y cercanía salesiana con la visita del padre Orozco. Durante su paso por la parroquia, el Consejero Regional sostuvo un encuentro fraterno con los jóvenes, compartió momentos significativos con el Consejo Pastoral Parroquial, y saludó con afecto a los miembros de toda la comunidad.



Después, su visita lo llevó a la sierra sur-central del país, en Ayacucho. Estudiantes, docentes y padres de familia lo recibieron con gran entusiasmo, en un ambiente festivo marcado por la música y la tradicional marinera ayacuchana, viva expresión de la identidad cultural del lugar. “Muchas gracias por esta hermosa recepción. Me siento muy bien acogido y profundamente agradecido por todas estas muestras de afecto. Gracias de corazón a todos: estudiantes, maestros y madres de familia”, fueron las palabras del padre Hugo tras su recibimiento.
Durante su visita, fue homenajeado por la comunidad educativa, que se reunió para compartir con él momentos de reflexión, arte y cultura. El padre Jorge Atarama, director de la comunidad salesiana, dio la bienvenida al padre Orozco y agradeció profundamente su cercanía y entusiasmo. “Querido padre Hugo, con tu presencia sentimos la cercanía del Rector Mayor entre nosotros”, expresó con gratitud.
A su vez, el Consejero Regional tuvo la oportunidad de conocer la historia del Perú representada a través de expresiones artísticas elaboradas por los propios estudiantes.



En el segundo día en la ciudad el padre Orozco realizó la bendición de dos nuevos bebederos de agua destinados a toda la comunidad estudiantil, una obra significativa adquirida gracias a la gestión de la Alcaldía Escolar 2025. Además, el sostuvo un encuentro con los trabajadores de la institución, dejando tres mensajes fundamentales para nuestra misión educativa:
– Confianza: Educar con el corazón, ganándose la confianza de los jóvenes en un ambiente de familia.
– Trascendencia: Vivir y transmitir la fe, aprendiendo cada día valores que nos conduzcan a Dios.
– Relaciones: Fortalecer los lazos entre familia, educadores y estudiantes, cultivando la buena voluntad y el espíritu de servicio.




Desde el 3 de octubre el padre Orozco visitó la comunidad educativo-pastoral del Colegio Salesiano de Piura. A pesar del sofocante clima piurano, el Consejero Regional destacó la calidez humana. En sus primeras palabras, el padre Orozco Sánchez comentó: “Oigan, a mí me habían dicho que Piura hacía mucho calor. Pero el calor más bonito no es el del Sol. El calor más bonito es el de ustedes. He sentido una calurosa bienvenida, pero no por el sol, sino por sus ojos, sus sonrisas, el hablar, la música…”
El momento culminante fue el inspirador mensaje del padre Orozco, centrado en cómo mantener la felicidad y el espíritu salesiano. El Consejero brindó tres claves para
“defender la alegría” a lo largo de toda la vida:
– Nunca hay que dejar de ser amigos de Dios: Recordando que la amistad con
Dios genera paz y alegría en el corazón.
– Nunca dejes de aprender cosas nuevas: Explicando que el aprendizaje constante enriquece la mente y ayuda a defenderse de la tristeza y la depresión.
– Nunca dejes de jugar: Subrayando que el juego alegra el corazón, incluso ante
las dificultades y fracasos.
El día siguiente el padre Orozco vivió una jornada de comunión con toda la Familia Salesiana del lugar. Se congregaron a los diversos grupos que componen el vasto movimiento salesiano en Piura: docentes del colegio, padres de familia, animadores de oratorios salesianos, exalumnos, Damas Salesianas, miembros de ADMA y Salesianos Cooperadores, entre otros.
El Consejero para la Región Interamerica se fue también en la “Ciudad Incontrastable” de Huancayo. En un ambiente fraterno, el padre Hugo dirigió unas palabras que dejaron una profunda huella en estudiantes, docentes y miembros de la familia salesiana. Recordó que su primera visita fue durante la pandemia, cuando el colegio estaba vacío, sin la risa de los estudiantes, sin vida. Y con una sonrisa sincera, añadió: “Me siento muy bien viéndolos alegres, me siento muy contento viéndoles sonreír. Y como Don Bosco, siempre quiero verlos sonreír siempre, siempre, hasta viejitos. Y nunca dejen de estar contentos en sus corazones.”
Y para cerrar con broche de oro, como no podía ser de otra manera, sábado 11 de octubre, visitó la primera casa salesiana del Perú: el Rímac, en Lima. Aquella obra donde inició la historia y la presencia de los salesianos en esta tierra “ensantada”.




En la tarde, el padre Hugo hizo su ingreso: caminó entre los juegos, observó las actividades, sonrió y se dejó contagiar por la energía que lo rodeaba. Pronto, todos se reunieron en círculo y, con el tradicional “¡Buenas tardes!”, se dio inicio a un breve pero significativo momento. Acto seguido, se reunió con los animadores y preanimadores en un espacio más íntimo. Hubo tiempo para compartir inquietudes, experiencias y también para escuchar su palabra cercana y motivadora.
A la luz del Evangelio, el Consejero Regional invitó a reflexionar sobre dos actitudes fundamentales para todo creyente: la gratitud y la inclusión. “Agradecer nos salva, porque transforma el corazón y nos permite vivir con una nueva perspectiva. Incluir nos asemeja a Jesús, que nunca rechazó a nadie, ni siquiera a quienes el mundo despreciaba”.





Antes de culminar su reflexión, se dirigió de manera especial a los niños, adolescentes y jóvenes, para hacerles presentes que Dios sigue haciendo cosas buenas en sus vidas. Además, los invitó a realizar un ejercicio sencillo pero profundamente espiritual: imagínense a los pies de Jesús, abrazándolo con gratitud, y repetir desde lo más profundo del corazón: “Gracias, gracias, gracias…”



En todas sus visitas, la presencia del padre Orozco dejó un mensaje de esperanza y unidad, recordando a todos los Salesianos de Don Bosco, a sus colaboradores y a los miembros de la Familia Salesiana, que “Don Bosco sigue vivo y camina entre nosotros”.
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