Fraternal saludo de P. Inspector, Juan Pablo Alcas, a toda la Familia Salesiana del Perú
Un día, un niño se paró ante un pensador y le preguntó:
— ¿De qué tamaño es el universo?
Mientras le acariciaba la cabeza, el hombre miró hacia el infinito y le respondió:
—El universo tiene el tamaño de tu mundo.
Confuso, el niño indagó otra vez:
—¿Y de qué tamaño es mi mundo?
Y el pensador le respondió:
—Tiene el tamaño de tus sueños.
Te has preguntado qué tamaño tiene tus sueños.
¡Los tuyos! de los que me están viendo y escuchando ahora mismo. ¿Lo sabes?
El tamaño y la dimensión de estos.
Y te hago esta interrogante para reflexionar ¿qué somos y qué queremos?
Porque cada uno debe soñar, porque – como dice nuestro Rector Mayor – sin sueño no hay vida. Sin sueños estamos destinados a morir.
¿Ustedes creen que Dios no sueña? ¿Dios también sueña?
¡Descubrir el sueño de Dios es nuestra tarea!
Lo descubrió Don Bosco, lo descubrieron Los Sucesores de Don Bosco.
Lo descubrieron los santos como Mons. Ortiz y el P. Bolla cada uno en sus misiones.
Los educadores saben que: Si tus sueños son pequeños, tu visión será pequeña, tus metas serán limitadas, tus objetivos serán diminutos.
Les invito en estos primeros meses a conocer y profundizar el Sueño de los 9 años de Don Bosco. El Rector Mayor ha escrito: “si queremos ser verdaderos hijos de Don Bosco y perfectos Salesianos, debemos tener el estricto deber de profundizar en él sueño”.
Hemos Iniciado el tiempo de la Cuaresma, con ello, nuestro camino hacia la Pascua con Jesús, por su victoria sobre el pecado y la muerte.
En este tiempo de gracia, se abre ante nosotros el gran mensaje que nace de lo más profundo del Misterio Pascual: el amor inconmensurable de Dios, capaz de entregarnos a su propio Hijo para que, muriendo en la cruz, nos muestre hasta donde llega su amor hacia todos y hacia cada uno de nosotros.
Queridos hermanos y hermanas: Que el Señor nos encuentre en este tiempo preparados para que el Señor nos haga soñadores como Don Bosco. Profundicemos y cantemos el himno hecho, aquí en nuestro amado Perú.
Cantemos “A despertar”, y de verdad, despertemos para seguir el sueño.