El Rector Mayor inició sus palabras en la inauguración oficial del Capítulo General 28, agradeciendo a los invitados, a los Salesianos de Don Bosco y representantes de los grupos de la Familia Salesiana.
Las primeras palabras del Rector Mayor invitaron a la búsqueda profética y esperanzadora de un compromiso relevante: “Guiar y animar responsablemente un carisma de la Iglesia, para la Iglesia y para el mundo, suscitado por el Espíritu Santo”, enfatizó.
Y es con esta atención y esta tarea, que como Salesianos debemos renovar “la responsabilidad de guiar la comunión y la unidad de vida en la Congregación” con un único beneficio: el cuidado de los intereses de Dios.
Como afirmara el P. Luigi Ricceri en el XX Capítulo General: “La nuestra no es una asamblea de accionistas de una industria, no es una asamblea política con facciones con intereses económicos en conflicto, prestigio, ni de ambiciones. Nosotros estamos en este lugar como Iglesia, mejor aún, asamblea de hombres consagrados, reunidos en el nombre del Señor, totalmente dedicados a un ideal sobrenatural”.
Pasando al tema y a los objetivos específicos de la CG28, el Rector Mayor llamó la atención sobre algunos objetivos.
Ante todo, recordar que hay que “dar absoluta primacía a la misión salesiana con los jóvenes de hoy, y entre ellos dar prioridad a los más necesitados, a los más pobres y a los más abandonados”.
¿Quién es el Salesiano que va al encuentra con los jóvenes hoy? ¿Cuál es su perfil? Lo que somos y lo que tenemos, nuestro modelo es Don Bosco.
“Con Don Bosco como modelo, decir Salesiano hoy, debería ser lo mismo que decir
hombre consagrado de profunda fe
con pasión apostólica por los jóvenes
un hijo de Dios que sabe que es y se siente como un padre para los jóvenes…
con identidad carismática de cada uno que enriquece a la Iglesia con el carisma de Don Bosco y crea una comunión eclesial
un apóstol de la juventud siempre fiel, siempre flexible y creativo
siempre un educador, siempre un amigo de los jóvenes”.
Hoy, más que en otros tiempos, el salesiano convive con los laicos en la misión y la formación. Y en este campo hay que ir más allá, y el P. Ángel Fernández Artime, espera que el Capítulo General “considere tal vez algunos de estos puntos sobre los que impulsar nuestro discernimiento”, para superar las resistencias en la misión compartida con los laicos, para crecer en la reciprocidad en las relaciones entre Salesianos y laicos, con la formación conjunta.
El Capítulo General 28 es un llamado ahora, como ya se ha indicado en la carta de convocatoria: “Estamos llamados a discernir con realismo, coraje y determinación la dirección del camino a seguir en este siglo XXI, en un momento eclesial muy especial de renovación y purificación”.
Debemos continuar la empresa iniciada por Don Bosco, como él mismo dijo a Don Julio Barberis en 1875. “Tú harás el trabajo que yo empiezo; yo dibujo, tú extiendes los colores […] Yo hago la copia fea de la Congregación y la dejo a los que vienen después de mí para que hagan la bella”, aseveró el Rector Mayor. Y concluyó: “Pienso que con la CG28 que iniciamos hoy limpiaremos otras partes del boceto que nos dejó Don Bosco, porque el Espíritu Santo sigue iluminándonos, todavía hoy para ser fieles al Señor Jesús en la fidelidad al carisma de los orígenes, con los rostros, las músicas y los colores de hoy”.
A las 12.30 p.m., el Regulador en nombre del Rector Mayor declaró formal y oficialmente inaugurado el Capítulo General 28, bajo la protección de María con la oración y el canto “Sub tuum praesidium”.
Fuente: Agenzia Info Salesiana